Alimentación

Cuando las curvas son más rentables que estar delgada

La Razón
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Aunque para muchas pesar unos kilos de más ha supuesto un verdadero problema en su carrera –como es el caso de Mariah Carey, Christina Aguilera o Britney Spears, que a medida que aumentaron de peso disminuyeron sus contratos profesionales–, para la modelo Crystal Renn fue una auténtica salvación. Si con su extrema delgadez triunfaba sobre las pasarelas, con curvas no hay quien se le resista. A sus pies se han rendido desde Jean Paul Gaultier, para quien fue musa en su colección de primavera de 2006, Chanel, Dolce & Gabbana y Mango, que la escogió para su primer catálogo de tallas grandes.Y es que después de sufrir durante años anorexia nerviosa, Renn se reencontró a sí misma como modelo de tallas XXL. Al igual que Cañadas, debutó con tan sólo 14 años, como modelo pero la presión por no coger un gramo de más la llevó a obsesionarse de tal forma por el peso que llegó a estar muy enferma: «Era perfeccionista, me obsesioné y llegué a hacer burradas que mi cuerpo no podía aguantar. Cada dieciséis horas sólo comía lechuga, pero había cosas que por mi constitución no podía cambiar», explica en su autobiografía, titulada «Hungry: A Young Model's Story of Appetite, Ambition and the Ultimate Embrace of Curves» («Hambrienta: historia de una joven modelo sobre el apetito, la ambición y el abrazo definitivo a las curvas»). Hasta canalizó su energía en «ser la mejor modelo desde mi verdadera talla». Y lo ha conseguido, porque superada la enfermedad y con 32 kilos más, copa las portadas de las publicaciones más prestigiosas del planeta como «Vogue», «Vanity Fair» y «Harper's Bazaar», entre otras muchas. «Afortunadamente, he abandonado ese camino y soy feliz porque ésta es mi belleza natural. No puedo cambiar cómo soy físicamente, así que ahora he canalizado mi energía en cosas en las que verdaderamente puedo superarme», declaró a la RAZÓN durante un desfile en 2010. Lejos de limitarse a desfilar, desde su posición privilegiada reivindicó a la mujer con curvas. «No quiero que las jóvenes piensen que ser delgada es la única manera de estar guapas. La belleza no es una talla. Conozco mi cuerpo y estoy orgullosa de él». Sin embargo, parece que su voluptuosidad perdió encanto. Y la primavera pasada, sorprendió regresando a la extrema delgadez y tiñéndose de rubia platino.