Buenos Aires
«Madrid se merece los Juegos, las dos orejas y el rabo»
La última escapada del verano es la que deja mejor sabor de boca. Al menos para Sebastián Palomo Danko, que ha disfrutado este fin de semana de la Copa de Oro Hublot en el Torneo de Polo de Sotogrande. Un respiro dentro de una temporada cargada de festejos para un diestro que lleva el arte en el ADN. «Mi padre ha sido una máxima figura del toreo, pero gracias a Dios somos distintos en nuestro concepto del toreo. ¡Ojalá le hubiera llegado yo a la suela del zapato!».
–Con el taco en una mano y el Hublot en la otra, está obligado a ser puntual, al menos en la plaza...
–Pues soy de los que les gusta llegar antes, prefiero esperar lo que haga falta a que me esperen.
–Delante del toro, un segundo de retraso se paga caro.
–Ahí hay que tener una precisión fuera de lo común. Aunque, como en otras cosas, al toro hay que saber esperarle también.
–Sólo con ver al astado salir por los toriles, ¿es de los que sentencia si le va a ir bien o mal la faena?
–Muchas veces sí. Lógicamente hay en ocasiones que te confundes, pero uno conoce ya cómo es el comportamiento del animal y ciertas reacciones del principio te van diciendo cómo va a ir la tarde.
–A lomos de un caballo. ¿Es más noble que el toro?
–El toro no es noble, es notable. Desde pequeño el caballo me ha dado miedo, aunque todo el mundo les adora. Y eso que con 16 años aprendí a jugar al polo en Estados Unidos y en Sotogrande he tenido la oportunidad de taquear un poquito una mañana y, la verdad, me ha entrado el gusanillo de nuevo.
–¿Hemos perdido un gran polista?
–No creo que hubiera podido ser otra cosa mejor que torero.
–Vamos, que no le veremos tampoco retomando su carrera como abogado.
–De momento, no prometo volver al mundo del Derecho. Lo que ocupa todo mi tiempo hoy por hoy es el toro, desde que te despiertas hasta que te vuelves a despertar, porque hasta durmiendo estás pensando en el toro. Mañana Dios dirá.
–Como letrado, hábleme de los derechos de los aficionados en Cataluña.
–Te hablo desde mi experiencia. Hace dos semanas estuve en Barcelona y he podido comprobar la pasión por la Fiesta. Si en otras ciudades de España no me reconocen por la calle, allí me paraban aficionados constantemente para expresarme su indignación porque los hayan prohibido. La plaza está ahí y usted puede ir o no. Ése tiene que ser el principio básico.
–Abogado no, pero poeta sí. Prepara una exposición donde aúna fotografía –de la mano de Marta Ortiz– con sus poemas. Toca todos los palos...
–La poesía y el toreo están ligados desde la raíz. Una y el otro son sentimiento puro.Soy muy lanzado para escribir: si ahora mismo me ofreces una columna en LA RAZÓN, la acepto. Ahí lo dejo...
– Cambio de tercio. ¿El tendido 7 de Las Ventas es lo más parecido a un escrache para un torero?
–Simplemente son exigentes y muy duros con su forma de ver el toro, un punto de vista que es muy respetable. Pero cuando un torero tiene una tarde verdaderamente buena, también es una satisfacción contar con su visto bueno.
–¿Mandaría a los del 7 a las gradas del Congreso de los Diputados?
–No sé si a ellos, pero sí a gente que tuviera pasión y se preocupara verdaderamente por lo que necesitan los ciudadanos.
–Sotogrande está a tiro de piedra de Gibraltar. ¡Láncese a la conquista!
–Un torero es el que menos puede hacer para solucionar estas cosas. ¡Ójala pudiera hacer algo!
–Imagínese: torear a los pies del Peñón.
–No estaría mal que en Gibraltar hubiera una plaza de toros. Siempre estoy dispuesto a torear allí donde hubiera gente que aprecie y disfrute del toreo.
–Los Juegos Olímpicos, por lo menos, sí los conquistaremos en Buenos Aires.
–Ya toca. Estoy convencido cien por cien de que nos los dan. Madrid se merece los Juegos, las dos orejas, el rabo, la puerta grande... Confío en que el sábado que viene demos una vuelta al ruedo.
–¿Qué cosas en la vida hay que recibir a puerta gayola?
–Hay muchas situaciones a lo largo del día que exigen decir: «Vamos pa'lante y que sea lo que Dios quiera».
–¿Con las mujeres también?
– Que sea lo que Dios quiera.
–Y a la crisis, ¿cómo se la recibe?
–A puerta gayola no lo veo yo muy claro... Y más teniendo en cuenta cómo se han desarrollado los acontecimientos hasta ahora. Precisamente se nos echó encima porque nos la negaron durante mucho tiempo y cuando se quiso esquivar, ya estábamos metidos hasta el fondo, era tarde.
–¿La recesión ha generado diestros mileuristas?
–No se queda fuera de la plaza. Desgraciadamente a muchos chavales no les vendría mal que por lo menos le pagaran mil euros por jugarse la vida cada tarde. Imagínate cómo está la cosa.
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