María del Mar Bonet: «No iría a Eurovisión, odio los concursos»

– «Feria encendida». ¿Eso es España ahora?

–Todavía no, pero está a punto.

–¿Qué habría que hacer para evitar la combustión?

–No tengo soluciones, pero convendría humedecer el país con el diálogo. Y ahí debe intervenir la sociedad. No tengo mucha fe en los políticos.

–¿En qué tiene fe?

–En mí misma, pero tampoco mucha.

–Canta al poeta Rosselló-Pòrcel en el centenario de su nacimiento. Sólo nos acordamos de los poetas en los aniversarios...

–No es mi caso. He cantado mucho a Rosselló antes. Pero mejor acordarse en los aniversarios que nunca.

–La melena suelta, vestido sencillo, guitarra... ¿Quiso ser la Joan Báez de por aquí?

–No, no, odio que me digan eso. No me gusta que me comparen con nadie.

–Baudelaire habla del artista «sublime sin interrupción». ¿No es eso un poco pesado?

–Sí, muy pesado. Es considerar al artista como algo no humano.

–¿Cuándo es sublime usted?

–Nunca me veo sublime ni he intentado serlo. Sólo intento cantar lo mejor posible, y si se puede, con el alma. Que la belleza entre en las cosas.

–Canta en catalán. Me imagino que eso reduce su mercado...

–No. «Águila negra» fue un éxito en todo el mercado del Estado español.

–Canta «En mi muerte». ¿Qué quisiera en ese trance?

–No estar allí, como dice Woody Allen. Violeta Parra cantaba: «La vida es mentira, la muerte es verdad».

–Canta «Ronda de fantasmas». ¿Dedicada a los políticos?

–No. A veces no se sabe a quién o a qué se refiere el poeta. Yo no creo en fantasmas, pero haberlos, haylos.

–¿Iría a Eurovisión si pudiera representar a Cataluña?

–Me pidieron varias veces que fuera representando al Estado, cantando en catalán. Agradecí el gesto, pero odio los concursos. Sería traicionarme.

–¿Y si se lo pidiera Artur Mas?

–Tampoco. No creo que se le ocurriera.

–Será por ocurrencias...