Opinión

La crónica de Amilibia: Pero qué lindo luce, señor presidente

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada para recibir al primer ministro de Canadá, en el Palacio de La Moncloa, a 30 de junio de 2022, en Madrid (España).
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada para recibir al primer ministro de Canadá, en el Palacio de La Moncloa, a 30 de junio de 2022, en Madrid (España).A. Pérez MecaEuropa Press

El escritor cubano Juan Abreu dice que su prueba del nueve para saber si sus textos eróticos resisten el paso del tiempo consiste en releerlos años después y, si aún le excitan, es que son verdaderamente eróticos. Bendito sea. Cuando dentro de algunos años, Él revise con los ojos húmedos por una chispa de nostalgia el álbum de fotos de su momento cumbre en la Cumbre (OTAN), quizá sienta algo así como el cosquilleo de la erótica del poder al recordar que en su denodada lucha contra los intereses oscuros no se encontraba solo. Ahí estaba Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, cuyas subrepticias miradas al trasero del presidente español no pasaron inadvertidas y fueron muy jocosamente comentadas en las redes. Y eso que Ursula no había leído, imagino, a Boris Izaguirre cuando escribió la definición canónica del nalgatorio presidencial: «Tiene una espalda y cintura en forma triangular que contribuye a cambiar el paradigma sobre el culo masculino». Quedó para la historia.

Ahí estaba también, cómo no, su gran admiradora en las antípodas, la primera ministra neozelandesa Jacinda Andern, para quien será siempre «Peter el guapo». Y Katrin Jakóbsdttir, primera ministra islandesa, que se abalanzaba a sus pétreos brazos con la efervescencia de un géiser en cada ocasión. Y la alta funcionaria del equipo de Biden que aprendió castellano viendo telenovelas venezolanas y le espetó, dicen, sin poder contenerse: «Pero qué lindo luce, señor presidente». Tezanos tendría que añadir un glorioso epílogo a su hagiografía para describir el culmen de la Cumbre.

En fin, que entre suspiro y suspiro, el galán global se dirá que Él fue un día objeto de deseo mundial, y si eso no le sirve como chute de viagra, ya me contarán.