Opinión
El diario de Amilibia: La Yoli, zombi de Zara
"¿Quién mordió a la Yoli para transformarla? Difícil saberlo: ella ha toqueteado a muchos, desde el Apolo de la Moncloa hasta Garamendi, pasando por Borja Sémper"
Leo que el fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, ha dicho: «Hoy Sumar es un cadáver y Yolanda Díaz, un zombi. Se equivocó creyendo que sustituiría al PSOE». Será un zombi, sí, pero de Zara y Adolfo Domínguez, el adelantado de la zombificación de la sociedad que proclamó en su día que la arruga era bella. ¿Quién mordió a la Yoli para transformarla? Difícil saberlo: ella ha toqueteado a muchos, desde el Apolo de la Moncloa hasta Garamendi, pasando por Borja Sémper. Es lo que tiene ser vocacional del roce, que algunos manoseados no se pueden contener. Cuando la Yoli toca, es que toca de verdad, y no todos son como el citado Borja, que aguantó estoicamente las carantoñas de la Yoli sin mostrar signos externos de excitación ni tirarse a sus bajos con intenciones de zombi lascivo.
La Yoli ha dicho que «hay que saber entrar y hay que saber salir», refiriéndose a su fuga (?) de Sumar. La gallega sabe entrar y salir al mismo tiempo. Y ha añadido: «Lo que toca ahora es activar el Gobierno y transformar la vida de la gente». Si Monedero tiene razón, ella es la gran transformada en este momento «The Walking Dead» de la política. Yo también quiero ser transformado, Yoli de mis entretelas, porque pasados los 80, uno empieza a cansarse de mirarse al espejo y ver cada día su tripa. A ver si me encuentras un colegui vampiro para que me mordisquee el cuello y me libre, al menos, de los malditos achaques de la vejez, porque quiero suponer que un inmortal no sufre estreñimiento crónico.
Irene Montero confiesa: «Yo me he liado con personas de derechas y la verdad, tan ricamente». Seguramente la mordieron, y ahí está, transformada en zombi eurodiputada y pasándoselo chupi lerendi o chachi piruli, a elegir, en Bruselas.
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