El corazón levantó la mano cuando Alberto Núñez Feijóo, recién nombrado presidente del Partido Popular, se disponía a hacer las maletas para iniciar una nueva etapa política en Madrid. Fue en el verano de 2022. Su pareja, Eva Cárdenas, había fichado dos años antes como asesora de Sargadelos, una empresa dedicada al diseño y la creación de porcelana gallega. Con una trayectoria que incluía 16 años a los mandos de Zara Home desde su creación, en 2003, equilibró razón y corazón y emprendió también viaje a la capital.

Dobla en beneficios

No llegó con las manos vacías. Con ella viajaron las aguas gallegas del Atlántico que le inspiraron en 2019 el negocio inmobiliario Niebla Azul, dedicado a la adquisición y rehabilitación de espacios de La Coruña con historia para su alquiler a largo plazo. Tres años después de su mudanza a Madrid, se puede dar por satisfecha. Acaba de actualizar el balance de cuentas del ejercicio 2024 en el Registro Mercantil y prácticamente ha doblado beneficios. De los 64.000 euros en 2023, ha pasado a los 122.073 euros.

El dato optimista exige un matiz. La cifra de negocio ha bajado ligeramente (de 183.225 euros a 171.757), pero la ganancia llega por la venta de uno de sus activos con el propósito de invertir en otro mejor y seguir consolidando su modelo boutique inmobiliario en Galicia. Con un patrimonio neto de algo más de cuatro millones de euros y un capital social de 778.000 euros, vive un espléndido momento. Niebla Azul, en la que figura como socia única, consigue un interiorismo contemporáneo sin romper su firme su compromiso con la arquitectura típicamente coruñesa y con sus elementos ligados a ese mar que tanto añora. De alguna manera, en sus edificios, cargados de abundante luz natural, proyecta su carácter y también esa morriña por Galicia de la que no se despega, aunque ahora su corazón esté partido geográficamente en dos mitades iguales. Su proyecto es una filosofía basada en el amor a la vida, el respeto por el entorno y una forma de concebir los espacios en la que cada detalle cuenta porque tiene su historia.

Feijóo y Cárdenasse conocieron en un vuelo procedente de Madrid con destino a La Coruña en 2009. El presidente popular se había reunido con José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente del Gobierno. Aunque hubo atracción, se impuso la timidez. El azar, siempre antojadizo, quiso que Feijóo se volviese a encontrar en las instalaciones de Inditex con aquella «señora estupenda» (así la recordó en una entrevista con Bertín Osborne) dos años después. Aun así, hasta agosto de 2013 no tuvieron su primera cena en público y fue a finales de octubre de ese año cuando trascendió el noviazgo. El 15 de febrero de 2017 le dieron a Sira, madre de Feijóo, ese nieto que tanto anhelaba.

Un amor tardío

Fue un amor tardío y cocinado a fuego lento, con paciencia, sin prisas. Nieta de farmacéutico e hija de directivo de banca, durante estos años como «primera dama» en Génova ha mantenido un perfil discreto, muy gallego. Quien mejor la definió, usando pocas palabras, pero llenas de significado, fue el propio Feijóo: «Nunca aparece, pero siempre está». Y cuando aparece, lo hace derrochando estilo y elegancia. Ha confesado también, con cierta ironía, que Eva «vivía mucho mejor» antes de conocerle. «Era una directiva de primer nivel que no necesitaba para nada un tío como yo», aunque ha sido «un apoyo incondicional» en su trayectoria. Habrá sido un desafío, pero han conseguido que el tándem romántico continúe sin dejar de llevar caminos profesionales separados.