España
Habla Angelito, el otro “hijo” de Camilo Sesto
“Qué mala suerte, ¿eh?” - le dije a Cristóbal en el velatorio de Camilo
Si ayer este diario publicaba en exclusiva el testimonio de Ángel Martín que revelaba que Camilo Sesto trasladó de su casa de Torrelodones al chalet de La Chopera todos sus objetos de valor, hoy publicamos parte de la entrevista concedida por una de las personas de máxima confianza del artista: Angelito.
No es fácil entrevistar a Ángel Martín Fernández (Madrid, 58 años). Siempre ha rehuido a los medios de comunicación. Sin embargo, y a pesar de que rechazó hace años la entrevista que le solicité, fue él quién se puso en contacto conmigo días después de la muerte del artista.
Me cita en su casa, con dos de sus hijos revoloteando a su alrededor y me confiesa el porqué se ha decidido a hablar. “Sólo voy a hablar contigo. Yo nunca he querido hablar para los medios pero necesito desahogarme porque tengo una pena y una rabia inmensa.”
Como si quisiera demostrarme la relación que mantuvo Camilo Sesto con él y con su familia más directa: su madre, sus abuelos y su hermano Pedro, Angelito empieza a sacar viejas fotos, discos de Camilo y otros artistas de la época con los que se relacionaba, postales y libros dedicados por Camilo a la que consideraba su otra familia, su gente de confianza. Y para Angelito, Camilo era como un padre.
Prueba irrefutable de ese amor mutuo es una de las dedicatorias del artista a la familia Fernández. Con su caligrafía redonda, Camilo escribe lo que parece más que una dedicatoria, un poema, una letra de una de sus míticas canciones: “sois parte de mi yo, enteramente y eternamente vuestro. Nací para contaros y cantaros lo que mi alma ha ido sintiendo. Crecí con el sentimiento de cada canción que vosotros hacíais grande. Y he vivido y vivo con el amor que habéis puesto en cada suspiro de lealtad, cariño y amistad que la verdad de vuestro corazón me brinda en cada momento. ¡Sois lo mejor que he tenido en mi vida! Gracias”
Tras comentar las fotos, me sirve una coca cola y comienza una entrevista de dos horas de duración en la que hay muchos “off the records”, situaciones vividas con el artista que me cuenta pero que no quiere que se hagan públicas. Hay mucho que contar y que callar. La conversación se prolonga mientras cae la tarde y se interrumpe con sus emociones contenidas: llanto, rabia, preguntas sin respuestas, risas y otra vez, lágrimas. Asegura que la muerte del artista le ha dejado vacío y le ha pillado por sorpresa.
-¿Qué ha supuesto Camilo Sesto en tu vida?
“Camilo lo ha sido todo para mí. A él le debo lo que soy. Me contagió su pasión por la música, me educó y me cuidó. Mi hermano y yo llegamos a su casa cuando yo tenía ocho años...¡imagínate! Camilo nos pagaba el colegio y nos criamos con él, en su misma casa hasta que, unos años después, construyo otra casita en el jardín para nosotros. Cuando yo tenía dieciséis años no quería estudiar y Camilo me puso a trabajar en la oficina de Manolo Sánchez, su manáger. Así empecé a hacer de todo en la industria musical y acabé de road manager. A él se lo debo todo”.
-Tú eras un niño cuando le conociste...
“Llegué con ocho años y me fui con veintiséis. He estado a su lado durante cincuenta años, aunque en los últimos tres años de su vida le he visto poco, en parte por mi trabajo y también por culpa de Cristóbal. Estaba al tanto de su vida porque aunque no estuviera en su casa mantenía el contacto con Gastón que era su chófer y jardinero. Gastón estaba muy pendiente de él pero un día Cristóbal lo echó de repente. Camilo se quedó sólo con una asistenta que iba tres o cuatro horas al día. El administrador se ha ido quitando de en medio a todo el mundo.”
-¿No tenía miedo de vivir solo en esa casa enorme?
“Nunca ha tenido miedo porque siempre ha vivido solo y nunca le ha pasado nada. Además Camilo es buena gente y no tenía enemigos. La urbanización está vigilada por la guardia civil porque hay gente importante. A partir de las tres de la tarde se quedaba solo. Es cuando se iba el jardinero, la asistenta y el administrador. Pero en esa casa era fácil entrar, había muchas entradas fáciles de abrir, de asaltar. No puso alarma hasta que le robaron. Aquello fue muy raro... un promotor al que dejó tirado y que sabía que Camilo siempre tenía dinero en casa.
¿Cómo os contó Camilo lo del robo?
Nos llamó llorando después del robo y fuimos a verle. Sólo decía: ”¡menos mal que no me han hecho daño!. Les dije que cogieran el dinero que tenía en el cajón debajo de los ordenadores”. Camilo siempre tenía dos o tres mil euros en casa, en esos cajones. Ellos creían que iban a encontrar los maletines con los dólares pero, por suerte, ya no estaban. Nos los habíamos llevado ya a La Chopera. Yo creo que Camilo se olía lo que iba a pasar porque nos hizo trasladar todo lo que tenía valor. A mí me da que se sentía amenazado y por eso se llevó todo al sitio más seguro. Si buscaban los maletines con los dólares ya no estaban allí”
¿Quién podía saber eso?
Detuvieron a un promotor, al que Camilo dejó tirado porque no quiso finalmente cantar. No debió hacerlo del todo bien, porque... ¡anda que no nos hemos montado películas para cancelar conciertos. ¡Le hemos sacado hasta en una camilla con mascarilla de oxígeno! Pero eran otros tiempos...
¿Cómo estaba de salud?
Él estaba muy castigado con el hígado y el riñón. Estaba muy tocado. Hace un año tuvo una recaída del riñón y entonces sí nos avisaron y pudimos estar a su lado, pero esta vez no nos avisaron. Ellos debían saber que estaba muy mal y no dijeron nada. Si hubiera podido le hubiera dado mi riñón. Le hubiera dicho: coge el que quieras de los dos porque tu me has dado la vida y no sé como pagarte”.
¿Cómo era Camilo en la intimidad?
En su vida más íntima sólo entrábamos dos o tres personas. Camilo era muy sarcástico, un cachondo, le sacaba a todo punta. Yo me he reído mucho con él. Pero él era muy solitario, vivía encerrado en su mundo. Cuando él se quedaba solo se sumergía en su película, en su mundo. Era muy inteligente, sabía de qué iba cada uno, te calaba enseguida. Camilo era un pedazo de artista, pedazo de músico, pedazo de compositor. No ha habido nadie tan grande como él y con eso me gustaría que nos quedáramos. ¡Lo que ha dado a España ese hombre! Las colas y las colas que había en la SGAE para despedirle no las he visto con ningún otro artista.”
Habrás vivido mil anécdotas a su lado...
Yo he vivido muchas cosas que no voy a contar: situaciones muy estrambóticas y me ha dado mucha pena...Me daba pena, no le podías hablar, porque no hacía caso a nadie. ¡Era él, él, é!. Y yo me arrepiento de no poder ayudarle y de no haber estado más con él, más pendiente, en estos últimos años. Pero era imposible.... Cuando le hablabas de algo que a él no le interesaba, te cambiaba de tema...Porque él nunca se enfadaba, te decía... ¿Me vas a afinar la guitarra?. ..Era como un muñeco roto. Lo que hemos vivido juntos, se lo ha llevado y me he quedado vacío. Ha sido muy buena gente. Estaba loco perdido pero era su locura, la suya, y nunca ha hecho daño a nadie.”
Se ha dicho que estaba casi secuestrado y Lourdes Ornellas, madre de su hijo, acusa a Cristóbal de aparte de su hijo. ¿Es cierto?
Como te he dicho el mundo de Camilo era complicado y es difícil explicarlo sin hacer daño. Por su memoria y por lo que ha significado en mi vida y en la de mi familia, nunca lo haré. Sólo he hablado una vez porque Camilo me pidió que entrara por teléfono en televisión para defenderle de las cosas que dijo su hermana Chelo. Se encerraba en su habitación y no quería saber nada de nadie. Era su película, era él contra su vida y su mundo. Camilo estaba muy solo. Era una soledad en parte deseada y en parte impuesta por Cristóbal que era quién manejaba su vida.
¿Cuánto tiempo ha estado Cristóbal como administrador?
Cristóbal no ha estado tantos años como dice. No lleva 30 años a su lado porque yo me fui con 26 años de la casa pero ahí seguía trabajando gente con la que he mantenido el contacto y él no estaba. Lo que sí te puedo decir que en los últimos años controló todos los aspectos de la vida de Camilo y fue quitando a todos de en medio. Camilo se aislaba y estaba en su mundo, pero Cristóbal se ocupó de que nadie mas que él tuviera influencia y acceso a él. Nosotros, mi madre y yo, íbamos cuando nadie me ve, como la canción de Alejandro Sanz. A veces, llegábamos allí y estaba dormido. Esperábamos a que se levantara y merendábamos juntos y charlábamos durante horas...
Parece que lo veías a escondidas...¿Tampoco os dejaba entrar el administrador?
No. Pero yo siempre iba porque Camilo me llamaba y prefería ir cuando estaba solo...aunque sí ha impedido la entrada o el contacto a mucha gente.
-¿Has vuelto a ver a Cristóbal?
Lo vi en la SGAE. Llegué allí a primera hora, antes de que se abriera al público. La primera persona con la que me encontré en la calle fue a Susi, la hermana de Marieta (Rocío Dúrcal) con los que siempre hubo muchísima relación y eran vecinos. ¡¡Mi Marieta, qué grande y qué dama!! Entré con Susi a la zona de los jardines, dónde estaban todos los de la SGAE, el hermano de Camilo, Cristóbal y el representante. También estaba por ahí Encarnita Polo. Firmé en el libro, me acerqué a la caja, la toqué y me despedí de él. Pude estar un ratito a solas. Cuando me iba, me acerqué a saludar a Pepe y a Eduardo, que estuvieron cariñosos. . Cristóbal estaba muy nervioso y me miró con mala cara diciendo. ¿Qué pasa Angelito?. Y yo, no me pude contener y le dije con ironía: “Qué mala suerte, ¿eh?” y me fui.
¿Crees que es Cristóbal el que más va a perder con su muerte?
Le van a caer por todos los lados...¿Está Camilo malísimo y no le manda un pasaje a su hijo para que lo vea?. Que justifique a su hijo, no a mí todo lo que ha hecho...ahí lo dejo
Continuará....
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