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Un príncipe azul para la heredera del imperio

La Duquesa de Alba y Alfonso Díez, en la boda de María Colonques
La Duquesa de Alba y Alfonso Díez, en la boda de María Colonqueslarazon

Baudelaire sostenía que el amor es «la necesidad de salir de uno mismo», aunque la mayoría de las veces ese deseo viaja en el inconsciente como un polizón condenado a vivir en clandestinidad hasta que la chispa mágica y fulminante de un flechazo consigue liberarlo de las tinieblas. Fue en una cena entre amigos comunes, hace algo más de dos años, cuando María Colonques y Andrés Benet sintieron ese disparo certero de Cupido para desbordar su propio ser en busca del otro. Ella, ascendida por el «cuore» a categoría de «princesa» en ese próspero reino de Porcelanosa, y él, un joven farmacéutico y nutricionista de Castellón, encajaron como dos piezas del mismo engranaje. Ayer, día en el que decidieron convertirse en marido y mujer, quisieron confirmar, ante sus familiares y amigos, lo que en aquella primera noche sólo era una intuición: «Están enamoradísimos», asegura a LA RAZÓN Carmen Tello, que asistió al enlace acompañada de Curro Romero. Quienes conocen mejor a la pareja apenas sueltan detalle sobre los novios, aunque en horas previas al enlace afirmaban estar «muy emocionados» con esta unión. «Hacen una estupenda pareja. Todo lo que puedo decir de ellos son bondades», aseguraba uno de sus íntimos. También desde el estudio del padre de Andrés, el reputado arquitecto valenciano que comparte nombre con su hijo, afirmaban que la familia estaba «muy feliz» con esta boda. No es de extrañar, a juzgar por cómo define su entorno a quien ya se ha convertido en un miembro más de la familia. «María vale una barbaridad. Es sencilla, una persona alegre, disfruta con todo, muy trabajadora y preparada. Ha heredado muchas cosas de sus padres, y todas buenas, como la capacidad de trabajo y la sencillez de su madre Delfina, que no quiere aparentar nada y siempre está ayudando en todo», comenta Tello. De su ya marido, Andrés Benet, un joven vinculado al mundo de la farmacia y la nutrición –figura como vocal en el organigrama de la Asociación de Farmacéuticos con Oficina de Farmacia de Castellón–, dicen que es «un fuera de serie, un chico adorable, trabajador... una persona sencilla». Cualidades que le han valido para conquistar a sus ya suegros, quienes, según Tello, están «encantados» con él. Para muchos salta a la vista su buena sintonía y dicen que hasta «físicamente forman una pareja espectacular». Ahora, tras la resaca de la ceremonia, emprenden rumbo a su nueva vida en Benicàssim, donde instalarán su hogar.

LA NIÑA DE SUS OJOS

Por aquello de facturar 1.075 millones de euros (según los datos del último ejercicio), crecer un 5% respecto al año anterior en época de crisis, estar presentes en más de un centenar de países y conseguir montar desde abajo un imperio en torno a la cerámica, cualquier evento organizado por la familia Colonques –una de las fundadoras de Porcelanosa junto a la Soriano– se acaba convirtiendo en todo un acontecimiento social, como lo fue ayer el enlace de María, la hija del presidente de la firma, Manuel Colonques. Ambos están muy unidos y se dejaron ver emocionados durante la ceremonia.