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Día Mundial del Medio Ambiente
Un presente consciente, un futuro sostenible: el desafío del cambio climático
El Día Mundial del Medioambiente, que se celebra el 5 de junio, es una buena ocasión para reflexionar acerca del papel de los gobiernos, la ciudadanía y las empresas a la hora de desarrollar medidas ambientales transformadoras en todo el mundo
La temperatura media global en 2022, según la Organización Meteorológica Mundial, se situó en torno a 1,15 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Este incremento es consecuencia directa de más de un siglo de quema indiscriminada de combustibles fósiles y del uso insostenible de recursos energéticos. Es decir, de la acción humana. Como resultado, estamos presenciando episodios climáticos extremos cada vez más frecuentes e intensos, con impactos devastadores en la naturaleza y en las comunidades de todas las regiones del mundo.
En marzo de este año el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó un documento con el objetivo de recordar la urgencia de tomar medidas contra el cambio climático. A través del estudio ‘Cambio climático 2023: informe de síntesis’, el IPCC revela las impactantes pérdidas y daños que se están produciendo en el planeta por la acción humana, así como las previsiones para el futuro si no se realizan cambios sustanciales ya. Además del impacto medioambiental, también se mencionan otras amenazas relacionadas como la inseguridad alimentaria e hídrica. Y es que, el riesgo climático, combinado con otros fenómenos adversos, plantea desafíos para la sociedad que interpelan directamente tanto a la ciudadanía como a los gobiernos y empresas.
El deber de proteger: asumiendo nuestra responsabilidad con el entorno
Los gobiernos desempeñan un papel crucial en la implementación de políticas y regulaciones que promuevan la transición hacia una economía baja en carbono, así como el fomento de las energías renovables, entre otras. Sin embargo, la responsabilidad de adoptar prácticas sostenibles también recae en las acciones individuales, colectivas y empresariales. La construcción de un futuro sostenible nos concierne a todos, un mensaje que conviene resaltar con motivo del Día Mundial del Medioambiente que se celebra cada 5 de junio desde 1973. Siguiendo la estela de los últimos 50 años, esta jornada se presenta como una oportunidad de gran alcance a favor de las causas medioambientales.
Impulsando acciones con impacto duradero
Una de las claves para forjar un futuro sostenible radica, por tanto, en la concienciación y la acción conjunta de empresas que, como Banco Santander, sean capaces de desarrollar un modelo de negocio responsable con el medioambiente. Consciente de su responsabilidad a nivel mundial, la entidad que preside Ana Botín está comprometida en avanzar de forma decidida hacia una economía baja en carbono. Este compromiso, tanto con sus clientes como a nivel interno, se vertebra en torno a cuatro ejes: liderar la financiación de proyectos de energías renovables (los proyectos de energía renovable que financiaron a asesoraron en 2022 tenían una capacidad de generación equivalente al consumo anual de 10,1 millones de hogares); economía circular; medición y análisis de su propia huella de carbono, y la ambición de alcanzar las cero emisiones netas de carbono en 2050, que incluye muchos pasos intermedios de reducción de emisiones y descarbonización con metas a 2025 y 2030.
El compromiso con el planeta de Banco Santander
Todas estas acciones quedaron plasmadas en un ambicioso plan presentado por Banco Santander en 2021 alineado con el Acuerdo de París, un tratado internacional legalmente vinculante sobre el cambio climático.
A día de hoy, aunque queda camino por recorrer, la entidad financiera cuenta ya con algunos grandes hitos que lo acercan más a las cero emisiones netas para 2050: en 2020, la entidad pasó a ser neutra en carbono en su propia actividad; en 2021 se eliminó el 100% del plástico innecesario de un solo uso en todos sus edificios; el 88% de la electricidad que utiliza a nivel global proviene de fuentes renovables (en algunos países como España ya se ha alcanzado el 100%); para 2030 se habrán eliminado los servicios financieros a clientes de generación eléctrica cuyos ingresos dependen en más de un 10% del carbón térmico y ese mismo año, se habrán alcanzado los 220.000 millones de euros en financiación verde como meta para el periodo 2019-2030.
Además de las acciones que lleva a cabo Banco Santander, la entidad cuenta con algunas iniciativas de emprendimiento que contribuyen a crear un futuro sostenible, como son Santander X Global Environmental Challenge, un reto global para emprendedores con soluciones innovadora para construir un futuro más sostenible; Santander X Global Challenge | Food for the future, con el que se busca respaldar la innovación en la tecnología alimentaria y generar un impacto socioeconómico duradero, o Santander X Global Challenge | Countdown to Zero, cuyo objetivo es buscar soluciones sostenibles para el sector automovilístico.
Con estas metas claras y acciones concretas, Banco Santander avanza de forma clara en la construcción de un futuro sostenible, tanto a través de sus operaciones internas como en el apoyo a sus clientes en su camino hacia una economía más sostenible.
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