Lisboa

Portugal debe reembolsar 9000 millones de euros en deuda hasta junio

Portugal debe afrontar en los próximos tres meses el pago de más de 9.000 millones de euros por vencimiento de obligaciones de deuda, que se suman a sus dificultades para acceder a financiación a un interés inferior al actual y han colocado al país al borde del rescate financiero.

En un escenario de crisis política, por la dimisión ayer del primer ministro socialista José Sócrates, en Portugal se espera ahora con temor la reacción de los mercados, cuyos recelos han elevado en los últimos meses los intereses que penalizan la deuda lusa a tasas difícilmente sostenibles, superiores ya al 8 % en el medio plazo.

La crisis económica ha incrementado las necesidades de financiación de Portugal, que sólo en 2010 emitió 51.128 millones de euros en deuda directa del Estado, un 30 por ciento más que en 2009 y un 56 por ciento más que en 2008, según los datos del Tesoro.

Desde el último trimestre de 2010, la presión de los mercados se ha intensificado de manera notable, lo que ha obligado al Estado a colocar sus títulos de deuda pública a un interés más alto para atraer a los inversores, es decir, a pactar un pago mayor en un futuro para poder acceder a liquidez de forma inmediata.

En el mercado secundario -donde se produce la compraventa de estos mismos títulos pero en el que sólo se puede participar a través de las entidades financieras- la deuda lusa se ha visto sometida a una penalización récord superior al 7 por ciento, más de cuatro puntos por encima del bono alemán, utilizado como referencia.

Las obligaciones a cinco años llegaron esta semana incluso a superar la barrera del 8 por ciento, mientras que las obligaciones a diez años cotizan a un interés por encima del 7 por ciento desde hace más de un mes.

Por ello, el riesgo ahora se sitúa en el pago en abril y junio de más de 9.000 millones de euros por el vencimiento de varias líneas de Obligaciones del Tesoro, lo que obligará a Portugal a seguir emitiendo más deuda pública para poder afrontar el pago.

Algunos analistas recordaron la semejanza que guarda esta situación con lo ocurrido en Grecia en 2010, cuando el país heleno tuvo que recurrir a la ayuda externa tras ser incapaz de reembolsar a los inversores por el vencimiento de su deuda y no poder acudir al mercado para financiarse por la desconfianza hacia su fiabilidad.

En lo que va de 2011, el Tesoro luso ha colocado 2.249 millones de euros en obligaciones -a medio y largo plazo- y 5.505 millones de euros en bonos -a corto plazo-, a los que hay que sumar la compra directa por parte de China de unos 1.140 millones de euros en deuda lusa.
Sin embargo, en este mismo período ha debido pagar cerca de 10.000 millones de euros por el vencimiento de varias líneas de bonos del Tesoro, según datos publicados en la prensa lusa, que cuantifica en 30.000 millones de euros el importe total a abonar por el reembolso de deuda pública a lo largo de todo 2011.

La crisis política en Portugal ha quedado entretanto pendiente de las consultas con los partidos políticos que inicia el viernes el jefe de Estado luso, Aníbal Cavaco Silva, tras la dimisión del Ejecutivo.

El Gobierno de Sócrates cayó al rechazar ayer el Parlamento luso su último Plan de Estabilidad y Crecimiento contra la crisis económica.

Sócrates explicó en una declaración al país que el voto negativo de la Cámara le quitó las condiciones necesarias de gobernabilidad y, al igual que otros líderes socialistas, responsabilizó a la oposición conservadora de lo que pueda suceder ahora en los mercados.