Jugar con las señales de tráfico

No se sorprendan si ven a alguien apuntando con su teléfono móvil a las señales de tráfico: está participando en un juego publicitario que le puede permitir ganar un iPad, o un viaje al Gran Premio de Monza, entre otros regalos.

La interactividad ha abierto toda una nueva forma de comunicarse e interrelacionarse que ofrece cada día nuevas sorpresas y posibilidades. Salvando las distancias, vivimos tiempos similares a los comienzos de la radio o la televisión. En las primeras emisiones de radio las noticias eran leídas al estilo de los periódicos de la época, y las radionovelas eran adaptaciones de los folletines que se publicaban en los mismos diarios. Poco a poco fue creándose un lenguaje radiofónico propio, como más tarde nacería el televisivo a partir de la radio y el cine. Ahora la interactividad busca su propio lenguaje, inventando nuevas formas de comunicar en las que la participación de los receptores es cada vez más imprescindible para tener éxito.

Así, a partir de los llamados «QR Codes», o patrones de reconocimiento de imagen, los teléfonos móviles son capaces de identificar una imagen para mostrar información adicional sobre lo que vemos. Son esos cuadraditos negros que salen cada vez con más frecuencia en los anuncios, y que al ser reconocidos por el móvil muestran fotos, vídeos o información en la pantalla.

Lo curioso es que la agencia Leo Burnett Iberia ha aplicado esa tecnología para desarrollar una aplicación que convierte las señales de tráfico en un nuevo medio para descubrir las características del Fiat Punto Evo. Es una simple aplicación que reconoce las señales como «QR Codes», por lo que, si se apunta con el móvil a una señal de stop, nos mostrará que el Fiat Punto Evo cuenta con frenos ABS. Si se apunta a la señal de curvas, se verá que tiene un sistema de faros para garantizar el máximo control en cada curva. Y así con todas las señales y características del coche, convirtiendo la calle en un gran folleto informativo, capaz incluso de guiar al consumidor al concesionario más cercano de donde esté con el GPS del móvil.

Claro que, pasado el primer impacto, pocos seguirían mirando, y por eso el «Street Evo» también es un juego que esconde regalos en algunas señales, que se ganan al descubrirlos simplemente apuntando con el móvil. ¿Quién podría imaginar hace nada las señales de tráfico convertidas en un catálogo de coches con premios?