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Fernando Sánchez Dragó: «El problema de España se llama Partido Socialista Obrero Español»
«En la izquierda anida el miedo a la libertad. La derecha es más liberal»
Valencia- Periodista, profesor, viajero, aventurero... Enumerar las profesiones de Fernando Sánchez Dragó requiere de un tiempo que él intenta acotar asegurando que solo es escritor. A sus 75 años y después de haber vivido muchas vidas en una, presenta «Esos días azules» (Planeta), la primera parte de sus memorias, donde los recuerdos de su infancia y juventud se entremezclan con las vivencias de uno de los personajes más carismáticos y polémicos del panorama actual.
- «Memorias de un niño raro» ¿Por qué ahora?
- Porque si a mis 75 años no lo hago, no lo haría nunca. Escribir unas memorias sirve para echar un sedal al embalse de tus recuerdos, en el que van apareciendo peces cuya existencia tu mismo ignorabas. Me ha servido para saber en qué medida he sido fiel a aquel niño que era. Escribir es un ejercicio de libertad.
- ¿Y ha sido fiel a sus principios?
- Sí. Estas memorias son las de un niño que a los tres años ya sabía que iba a ser escritor. He ido construyendo literariamente el personaje de los libros que a mí me hubiera gustado escribir.
- «Esos días azules» ¿Es qué no ha tenido días grises o negros en su vida?
- Nunca. Siempre he sido feliz. Yo no sé lo que es la desdicha. La filosofía de ese niño, y ahora viejo, es que nada importa. Siempre me ha gustado lo contrario que al común de los mortales. Me gustó ir a la cárcel, hacer la mili, encontrarme al otro lado de la frontera sin dinero y sin pasaporte... Suelo decir que me gusta hasta coger una gripe. Yo no recuerdo ni un solo día gris.
- ¿Sigue siendo un niño «raro»?
- Soy un viejo raro. Aunque yo no me considero de tal forma, creo que los raros son los otros. Soy singular, diferente, extravagante y lo que yo opino es casi siempre lo contrario de lo que opina el resto. Estoy convencido de que los raros son ellos.
-Se ha casado siete veces y en su libro relata la influencia que ha tenido en usted el universo femenino. ¿Es lo que le ha llevado a afirmar que suele vestirse de mujer?.
-Sí. Yo no tengo padre, soy hijo póstumo. En los años cruciales de mi existencia estuve rodeado de mujeres como mi madre o mis tías. Y por eso nació en mí el deseo de ser chica. Si vuelvo a vivir me gustaría ser mujer, sobre todo porque creo que se lo pasan mucho mejor en la cama que los hombres. Por eso no me importa decir que me visto de mujer, no es menoscabo de mi virilidad. Me gustan muchísimo las mujeres.
-¿Se considera un superviviente?
-Sí. He visto cómo muchos de los chicos de entonces han sido destruidos por las drogas y el alcohol, e incluso por la vida misma. He sobrevivido a terremotos, a catástrofes naturales y hasta a un ataque al corazón. Mi madre me decía que siempre he corrido delante del toro de la vida.
-¿Le han vetado alguna vez?
-A mí siempre me ha vetado la izquierda. Incluso cuando era del Partido Comunista. En la izquierda anida el miedo a la libertad. La derecha es más liberal, me ha entendido siempre aunque no compartiera lo que decía. Nunca ha tenido represalias contra mí. El PSOE siempre que ha llegado al poder me ha expulsado de Televisión Española (TVE).
-¿Sigue pensando que el PSOE ha sido un lastre para este país?
- El problema de España se llama Partidos Socialista Obrero Español. No la izquierda, sino el PSOE. Y es así desde los últimos cien años.
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