Francia
La Fiesta se reivindica en Arles
Arles reivindicó su derecho a disfrutar de la cultura taurina ante las amenazas que ésta sufre, especialmente, al otro lado de la frontera. En una jornada donde la vecina Nimes había sido tomada por los detractores de la Fiesta, en cuya defensa se alzaron numerosos aficionados que se congregaron ante la escultura de Nimeño II, al que tributaron un homenaje floral. En Arles, por su parte, antes de dar comienzo la corrida, fueron miles los taurinos que alzaron la voz en su defensa, llenando a continuación, la plaza hasta la bandera, donde se vivió una memorable tarde, con ocasión de su tradicional corrida goyesca. El ruedo, bellísimamente decorado, en tonos azules, con los que una artista neoyorquina quiso reflejar el cielo de esta región del sur de Francia, fue escenario de seis importante faenas protagonizadas por El Juli y Juan Bautista, en un mano a mano que contó con la actuación, asimismo, del rejoneador Manuel Manzanares quien, tras una decorosa labor, marró a la hora de matar. Los alternantes de a pie,¡ se repartieron cinco orejas cada uno, sobresaliendo el hecho de que sus seis enemigos fueron pasaportados por seis magníficas estocadas.
Se lidiaron toros de Daniel Ruiz y uno, el 1º, de Palla, nobles y bien presentados en general, a destacar, el 4º. Manuel Manzanares, silencio; El Juli, oreja, dos orejas y dos orejas; Juan Bautista, oreja, dos orejas y dos orejas. Lleno.
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