La deuda española toma aire

El mercado ha aflojado la presión sobre España, que respira después de tres meses muy complicados gracias a la macroinyección de liquidez del BCE a la banca de la zona euro. El respaldo de los inversores a la economía nacional se refleja en la rentabilidad del bono a diez años, que evoluciona a la inversa de la demanda, y que ayer cayó en el secundario hasta niveles desconocidos desde noviembre del año 2010, esto es, hace catorce meses.
Las compras de deuda española por parte de los inversores redujeron el interés de la referencia a diez años hasta el 4,85%, lo que llevó el diferencial frente a Alemania –la prima de riesgo de invertir en renta fija de nuestro país– por debajo de los 300 puntos básicos por primera vez desde el 5 de diciembre de 2011.
Con este favorable escenario –banca con capital para invertir y el país en plena oleada de reformas–, el Tesoro encara hoy una subasta de deuda a medio plazo en la que espera captar hasta 4.500 millones de euros en títulos a tres, cuatro y cinco años. En las últimas emisiones, el Estado registró una demanda abultada y tuvo que abonar menores intereses para cubrir las necesidades de capital.
En renta variable, el Ibex 35 se anotó un 2,2% ante la «cercanía» del acuerdo de quita de deuda en Grecia. El cierre del pacto podría ser cuestión de horas, aunque Evangelos Venizelos, ministro de Finanzas, ya advirtió el martes de que la condonación del 70% del pasivo público en manos privadas podría no ser suficiente.