El PP lleva a su programa municipal suprimir competencias locales

MADRID- El programa municipal del PP para las elecciones de mayo es una prolongación en sus líneas básicas de los compromisos electorales autonómicos en materia de revisión competencial, nueva financiación o austeridad, aunque, en este caso, de manera enunciativa y sin entrar en el detalle de las cifras de los recortes.
Dentro del debate sobre la funcionalidad y viabilidad del modelo territorial, los populares plantean una revisión del sistema competencial municipal, clarificando los servicios que prestan los municipios y suprimiendo las competencias impropias, es decir, aquellas que están ejerciendo de manera duplicada con las comunidades autónomas y, en muchos de los casos, sin tener ni siquiera financiación para desarrollarlas.
La revisión competencial que proponen no llega a la eliminación de las diputaciones provinciales ni a la supresión de ayuntamientos, dos de las medidas que se han manejado en el debate público sobre la reforma del modelo vigente para reducir gastos. La solución popular incluye, eso sí, la mancomunidad de servicios, mediante el intercambio de medios humanos y materiales; y potenciar la función de cooperación y asesoramiento técnico y jurídico a los pequeños municipios por parte de las diputaciones provinciales, cabildos y consejos insulares. También defienden que se cree una especie de carta provincial de servicios.
Por supuesto, el programa incluye la promesa de una mejora de la financiación local y actuaciones en todos los ámbitos, desde en el régimen jurídico de los empleados públicos o en el marco de la representación institucional, para reforzar el papel de los ayuntamientos. Como ya es una costumbre siempre que se aproximan unas elecciones municipales, en el paquete de compromisos reaparece la reforma de la financiación local, en la que, en esta ocasión, ante el alcance de la crisis económica, entra la adopción de «medidas extraordinarias y transitorias» para paliar la práctica situación de quiebra en la que se encuentran muchos ayuntamientos, aunque la proximidad de las elecciones esté sirviendo de manto para tapar los agujeros de los balances. En concreto, el PP promete una línea de crédito ICO para que puedan hacer frente al pago de sus deudas con pymes y proveedores; fomentar la colaboración público-privada en materia de inversión; o promover que el pago de las obligaciones contraídas con las pymes se pueda realizar mediante la compensación de cargas tributarias.
En el capítulo de austeridad plantean la aprobación en cada corporación local de planes estratégicos de racionalización del gasto a cuatro años corrientes; potenciar el uso de centrales de compra; implantar la subasta como procedimiento ordinario de adjudicación y contratación; revisar las ayudas y subvenciones de concesión directa; o la elaboración de planes estratégicos de racionalización del patrimonio público. También hablan de reducir el sector público, recortar el número de entes y organismos públicos, de menos gastos burocráticos, de recortar el número de altos cargos, de recortar el parque móvil y ampliar el uso compartido del coche oficial, y de establecer un marco de referencia para los salarios de los cargos políticos.

Plan local de empleo
- Dentro del catálogo de enunciados de compromisos, el programa municipal incluye un capítulo específico dedicado al empleo. La receta popular para crear puestos de trabajo consiste en reducir los trámites administrativos para los emprendedores; revisar y simplificar el sistema de licencias, tasas y regulaciones administrativas; más coordinación entre ayuntamientos, universidades, centros de formación y empresas; y planes de turismo específicos, sobre todo en actividades marítimo-pesqueras. Además, el PP hace guiños a la mejora de la conciliación laboral y familiar, promete incorporar el criterio de renta per cápita familiar en todos los baremos de las ayudas públicas para que tengan en cuenta el número de miembros de la familia, y apuesta por potenciar el policía de barrio.