Psiquiatría

Lo similar contra lo similar por José Antonio VERA

Lo similar contra lo similar, por José Antonio VERA
Lo similar contra lo similar, por José Antonio VERAlarazon

Con la Homepatía sucede como con la medicina natural: carece de aval científico pero es tremendamente popular. Millones de personas siguen confiando en ella y comprando en la farmacia o el herbolario sus derivados. Es un fabuloso negocio, desde este punto de vista. Y además siempre encuentras gente que la defiende y habla bien de sus propiedades. Yo mismo utilizo alguna vez productos homeopáticos y conozco a defensores a ultranza que usan las famosas bolitas o las gotas contra la retención de líquidos o el insomnio, la gripe o el resfriado, el dolor de cabeza o cualquier patología. También es lógico que tenga muchos detractores y que éstos sean además beligerantes. La medicina tradicional la considera un simple placebo, aunque en general el desconocimiento es grande y está muy extendido. Según el laboratorio Boiron, al 90 por ciento de los españoles les suena la palabra homeopatía, pero sólo seis de cada diez acierta a decir de qué se trata, y un 25 por ciento piensa que es un tipo de masaje. La homeopatía se caracteriza por el empleo de preparados medicinales altamente diluidos que pretenden crear los mismos síntomas que sufre el paciente. Su premisa fundamental es «lo similar se cura con lo similar», asumiendo que lo que causa los síntomas puede curarse con algo que genere esos mismos síntomas, y que cuanto más diluido en agua esté un ingrediente activo más potente se hace. Es decir, se trata de aplicar a un paciente una dosis infinitesimal de una sustancia que en dosis elevada conduce a la enfermedad, pero que en esa concentración imperceptible puede curar. La homeopatía surgió como alternativa a la medicina, basada aún en la teoría de los humores hipocrática, que utilizaba la sangría y la purgación como herramientas principales. Los estudios y prácticas homeopáticas se publican en revistas específicas o de medicina alternativa, como «Homeopathy», pero rara vez en publicaciones médicas o científicas generales. La posición de la comunidad homeópata es que esta práctica es efectiva en el tratamiento de una multitud de enfermedades, y sostiene que los mismos síntomas que provoca una sustancia tóxica en una persona sana pueden ser curados por un remedio preparado con la misma sustancia. O sea, la «ley de similitud».


El concepto homeopático de enfermedad difiere del de la medicina convencional: considera que la raíz del mal es energético en vez de físico, y que el malestar se manifiesta primero con síntomas emocionales, pasando a ser, si no se tratan a tiempo, síntomas fisiológicos. En la actualidad, se usan cerca de 3.000 remedios distintos en homeopatía, de los cuales 150 se consideran de uso común. Los defensores dicen que el mecanismo es irrelevante, porque, según ellos, lo importante es que funciona, y citan, en este sentido, el ejemplo de la aspirina, que se había utilizado durante años sin saber cómo actuaba. Los críticos responden que hay una diferencia fundamental entre no entender el mecanismo de una medicina probada, y en prestar credibilidad a una hipótesis que contradice las leyes de la materia.