La magia de Ricky

«Hay una gran diferencia entre dar un pase a alguien y crear una canasta para alguien. Rubio crea ese tiro para ti. Tiene instinto, un gran instinto». Magic Johnson ha sido uno de los últimos en caer rendido a los encantos de Ricky Rubio. El base ha alcanzado un estatus tan elevado en tan poco tiempo que no necesita una gran actuación para ser importante. Así sucedió en la quinta victoria de los Timberwolves en 13 partidos. No tuvo una noche inspirada, pero eso no le impidió ser decisivo en el último cuarto, cuando los Wolves se distanciaron definitivamente de Sacramento. Anotó un triple que fue la canasta más celebrada en el Target Center y terminó con unos números –ver gráfico– que anuncian un triple-doble (diez o más en tres disciplinas) inminente.

Ricky sólo ha necesitado tres noches para asentarse en la titularidad. Las bajas de Beasley y Barea le han dado más responsabilidad y él la ha asumido encantado. Especialistas estadounidenses ya le han situado como favorito en la carrera por el «rookie» del año. Los números justifican la candidatura. Lidera a los novatos en cuatro apartados: asistencias, dobles-dobles (lograr diez o más en dos disciplinas en un partido), eficiencia (la suma de las acciones positivas) y minutos jugados. Es segundo en robos y triples; sexto en anotación; séptimo en rebotes siendo un base... Y uno de los jugadores que más minutos disputa en los últimos cuartos. La «Rickymanía» no para.