Sevilla

Rubalcaba y Chacón mantienen su mutismo mientras las primarias ganan adeptos

Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón mantienen por el momento un mutismo absoluto sobre su futuro político y siguen sondeando discretamente a dirigentes de su partido para conocer sus posibilidades de liderar el PSOE, mientras cobra adeptos entre las bases la opción de recurrir a unas primarias.

Tres días después de la histórica derrota del 20N, Rubalcaba hace gala de su carácter reflexivo sin desvelar si optará a la secretaría general que dejará vacante José Luis Rodríguez Zapatero, decisión que en ningún caso comunicará antes del comité federal del sábado.

Fuentes de la dirección federal consultadas por Efe han asegurado que Rubalcaba está hablando con mucha gente y recibiendo muchas llamadas, lo que le servirá para determinar qué es lo mejor para el partido y qué papel puede jugar él.

En cualquier caso, no hará pública su decisión hasta que el sábado se reúna el máximo órgano del partido entre congresos, porque desea escuchar las opiniones de todos los miembros del comité federal, tanto sobre las causas de la derrota electoral como sobre el futuro del PSOE.

También guarda silencio la que, según todas las especulaciones, podría ser su máxima rival para este cargo, la ministra en funciones de Defensa, Carme Chacón, cuyo equipo tantea los apoyos con los que podría contar la "número uno"por Barcelona.

El sábado se aprobará la convocatoria del congreso ordinario para los días 10, 11 y 12 de febrero en Sevilla, unas semanas antes de las elecciones autonómicas andaluzas, que podrían ser a últimos de marzo o en abril.

Rubalcaba ha recibido ya el respaldo público del presidente andaluz, José Antonio Griñán, y otros dirigentes del partido como Óscar López o Marcelino Iglesias, y hoy se ha sumado el presidente del PSOE, Manuel Chaves, que ha reconocido que le gustaría que fuera candidato a la secretaría general. Chaves, quien ha abogado por que haya más de un aspirante y ha prometido neutralidad en ese caso, ha argumentado que Rubalcaba es la persona "adecuada e idónea"para afrontar la nueva situación del partido y del país.

Quien no ha querido pronunciarse sobre una hipotética candidatura de Rubalcaba ha sido el presidente del Congreso, José Bono, en cuya opinión lo más importante ahora no es quién se elige de líder, sino qué partido quieren los socialistas. "Creo que debemos apostar a la grande, por España, y no apostar a la chica, que son los territorios que integran España", ha agregado.

Sus palabras han tenido respuesta inmediata por boca de José Antonio Griñán, quien ha señalado que no cree que haya que "ultraponer"España a sus territorios porque "no hay España sin territorios, no hay España sin regiones, ni sin andaluces, catalanes, vascos o madrileños".

En cambio, entre las bases sigue creciendo el clamor para celebrar unas primarias al estilo de las de los socialistas franceses con el fin de elegir al nuevo secretario general. Ya se han recogido más de 700 firmas a través de las redes sociales y cuentas en Twitter como @basesenRed y @reiniciandoSoc, y etiquetas como #reiniciandoPSOE o #Bases38, en referencia al 38 congreso del partido, defienden esta postura y ofrecen sus argumentos.

Si ayer era el líder del PSM, Tomás Gómez, quien se comprometía a hacer todo lo que estuviera en su mano para que haya más de un candidato y que sean los militantes los que tomen la decisión, en las últimas horas se han adherido a esa idea otros socialistas.

Por ejemplo, la hasta ahora portavoz del PSOE en la Comisión de Economía del Congreso, Marta Gastón, o el representante de Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias. El alcalde de Zaragoza y senador electo, Juan Alberto Belloch, ha considerado que su partido tiene que ir hacia un congreso abierto, en el que el recurso a unas primarias sería "un buen sistema", que daría un plus de legitimidad a la persona elegida. De una opinión similar es el exministro Josep Borrell, partidario de que el PSOE imite a los socialistas franceses en el proceso de primarias por el que eligieron a François Hollande.