Moda
A las órdenes de Juanjo Oliva
El creador participa en el programa Keep Walking Project de Johnnie Walker y se convierte en maestro de Virginia Ciganda
Retales de materiales maravillosos, «toiles» definitivas de los diseños que veremos el 20 de febrero sobre la Pasarela Cibeles, «burros» con vestidos propios de la alfombra roja y creaciones de alta costura recién bordadas inundan el taller de Juanjo Oliva, un espacio en el que también hay hueco para el «showroom» y la tienda (C/ Orfila, 7). El diseñador nos recibe para hablarnos de los días de divertida locura que vive a casi un mes del desfile, de la difícil situación por la que pasan algunos de sus amigos creadores y, sobre todo, de su papel como maestro en el programa Keep Walking Project (www.keepwalkingproject.com), una iniciativa de Johnnie Walker cuyo objetivo es promover el progreso personal y premiar a jóvenes talentos que, con una actitud de esfuerzo y superación, luchan por cumplir sus metas junto a grandes profesionales, entre ellos, el propio Oliva, Luis Tosar, Mario Sandoval, Ángel Corella, Chema Madoz y Edurne Pasaban, entre otros.
Virginia Ciganda, diseñadora gráfica, ha sido durante cinco días la sombra del creador: «He aprendido mucho, ya que Juanjo está centrado en su nueva colección, así que he conocido su modo de trabajar. Desde verle dibujar los bocetos, a cómo elige las telas, y he estado presente en pruebas a las modelos.... En definitiva, he seguido el día a día de esta empresa. Mi objetivo es lanzar mi propia línea de ropa, es decir, crear mis diseños gráficos e imprimirlos en distintas prendas», afirma. El proyecto pretende recuperar la vieja relación que nunca debió perderse en este oficio entre aprendiz y maestro: «Quise hacerle llegar la ilusión y mi perspectiva del trabajo, porque tampoco pretendo adoctrinar a nadie. He contado mis experiencias, cómo van las cosas y qué se va a encontrar, ya que sólo puedo hablar de lo que he vivido. Entre lo que ha visto aquí y lo que se encuentre fuera, podrá buscar su camino en el sector», apunta el diseñador mientras remata un dibujo y coloca varias muestras de tejidos: «Esta época es perfecta para entrar en contacto con una casa de moda, porque es muy regenerativa. Se trata de un momento que cogemos con ganas. Preparar una línea, crear lo que vas a vender la próxima temporada, satisface mucho. Olvidas lo bien, mal o regular que te haya ido antes, te quedas con lo positivo y cambias lo negativo».
Elegante y sofisticada
Juanjo Oliva denomina «15» a su nueva colección porque es justo el número que lleva cosidas. «A la hora de crear, soy bastante rupturista entre una y otra, intento exprimir todo lo que haya decidido hacer, pero en verano se quedaron cosas en el tintero. Como siempre he sido muy colorista, quería hacer hincapié en ello para romper con la rutina invernal de los tonos apagados. Es muy curioso ver lanas y paños en tonos intensos, porque ganan en profundidad». Borda una línea estructurada «muy para la mujer Juanjo Oliva: elegante, sofisticada y clásica. Más que vestir a un tipo de persona concreta, busco ataviar una situación», añade. Tanto, que no le atrae la palabra tendencia: «Es un análisis del mercado y una manera de meter en carpetas el exceso de información de tantas casas de modas». Los grandes creadores, prosigue, son su clara fuente de inspiración, entre ellos, Balenciaga, Yves Saint Laurent y Karl Lagerfeld: «Prefiero investigar en sus trabajos que ver lo que me rodea».
Dentro de unas semanas todos los diseñadores tienen previsto rendir un caluroso homenaje a Elio Berhanyer, quien, además de no participar en Cibeles, se ha visto obligado a cerrar su taller de alta costura meses después de que también desapareciera la tienda de la marca, situada en la calle Lagasca: «Ha sido un año muy duro para la moda española. Es verdad que se trata de un sector que cambia cada seis meses, pero, últimamente, detecto que el sistema ha cambiado y las tiendas on-line van como un tiro. Puedes recibir pedidos durante veinticuatro horas al día de todos los países del mundo y los desfiles, al segundo de celebrarse están colgados en internet. Por eso, las perspectivas de entrega, de lujo, de servicio y de tiempo son distintas. Por la situación económica, y al ser muy susceptible a todo esto, la moda tiene que ser reactiva, porque hay negocios que no saben hacer la transición. Todos nos tenemos que adaptar a los nuevos tiempos, aunque Elio está por encima del bien y del mal», subraya. Un problema, el de la crisis, bastante más grave que, para su opinión, la polémica surgida por las fotos publicadas en «Vogue» París en las que aparecen tres niñas vestidas y maquilladas como adultas: «Pueden gustar o no, lo respeto, pero no hay que dejar de ver la perspectiva artística».
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