Barcelona
El futuro será peor por Julián García Candau
Cualquier tiempo futuro será peor. La Liga de la presente temporada se presenta sin que ninguno de los problemas vitales haya sido resuelto. Los clubes siguen viviendo por encima de sus posibilidades, no existe el estamento que fiscalice los presupuestos, no se ha establecido la norma que evite gastos por encima de los ingresos, no se ha logrado armonizar el reparto de los derechos de los contratos televisivos, la Ley Concursal se ha convertido en la estratagema de los malos administradores y el campeonato de Liga ha pasado a ser definitivamente una versión del escocés. El Juego Limpio Financiero está al llegar y la Liga aún no lo ha tomando en serio.
Si tenemos visión optimista podemos llegar a la conclusión de que la Liga, bautizada como de las estrellas, tiene más variantes que las de su entorno. En Italia pueden ser campeones media docenas de clubes y en España, solamente dos y, sin embargo, entre los veinte hay varios campeonatos: el de las plazas que dan derecho a los torneos europeos, el de las de la tranquilidad y el de quienes luchan por mantener la categoría.
Pepe Samitier, que era un filósofo del borceguí, dijo en cierta ocasión que si el fútbol fuera negocio estaría en manos de los bancos. Se equivocó. Si bien las entidades crediticias no son exactamente las propietarias, sí tienen a los clubes como grandes deudores y hay entidades en Barcelona y Madrid dispuestas a ayudar al Barça y al Real Madrid, los dos clubes más endeudados de España, como nodrizas.
Y no son solamente los dos grandes los que dependen económicamente de los bancos y cajas de ahorro. Todos los demás tienen cuentas pendientes en entidades locales, regionales y nacionales. El fútbol sigue viviendo del pago a plazos y con retraso a Hacienda y Seguridad Social, acogiéndose a la Ley Concursal con la que obtener quitas y dejar a los futbolistas a la intemperie. Es el único que se defiende con el concurso de acreedores para no pagar y no perder la categoría, lo que no sucede en otros países. En Inglaterra, por ejemplo, hay castigo seguro para los que caen en los números rojos.
España es el único país del entorno en que los contratos con las televisiones son individuales. No existe el paquete global con reparto equitativo. Aquí se ha establecido que los dos grandes se llevan el manso y los demás tragan. El presidente del Sevilla, José María del Nido, y cuatro más, proponen un reparto más racional y lo defienden. Por ahora, la mayoría se conforma con lo que cree que le beneficia y si es así se cisca en la solidaridad.
Es evidente que Madrid y Barcelona tienen más audiencia, pero con otro tipo de distribución también saldrían beneficiados, aunque sin las diferencias abismales como las actuales. La Liga la disputan veinte y no sólo dos. La Liga de Fútbol Profesional amaga, pero no llega a adoptar soluciones concretas. Michel Platini, presidente de la UEFA, tan poco respetado en determinados medios informativos españoles, predica la fórmula que garantice la eficaz administración de los clubes, pero cayó en saco roto y la Liga sigue sin prestarle atención.
La operación titulada Juego Limpio Financiero es norma que se aplicará gradualmente en tres años. Se trata de lograr el equilibrio entre gastos e ingresos. Entrará en vigor a finales de 2012 y se evaluará en 2014 y habrá sanciones para los infractores. La UEFA ya impuso en la pasada temporada castigo al Mallorca. Le impidió participar en la Liga Europa, puesto que ocupó el Villarreal. El club balear estaba acogido al concurso de acreedores y en tales condiciones la UEFA le quitó la plaza que había ganado.
Fernando Roig, presidente del Villarreal, con el anuncio de la huelga hizo declaraciones en las que mostró disconformidad con la falta de acuerdo entre Liga y AFE, pero hizo hincapié en el recurso de la Ley Concursal y dijo que lo que ocurre en España es una vergüenza porque ya nadie pierde la categoría. Fue duro con la Liga y afirmó que en ella nadie dice lo que piensa. Y aseguró que hay quienes manejan la Liga para beneficio propio. Según Roig, la Concursal es lo peor que le ha ocurrido al fútbol español. Opina como Rubiales, presidente de la AFE. Otras palabras que se llevará el viento. Para el fútbol español cualquier tiempo futuro será peor. Es dudoso que alguien lo remedie.
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