Barajas

La esperanza de otro comunicado

Los socialistas vascos confían en un nuevo documento etarra fruto de «tomas de temperatura». 

Patxi López pide a ETA «que se vaya»
Patxi López pide a ETA «que se vaya»larazon

Que la organización terrorista ETA, presionada por la izquierda abertzale, calentaba motores para decretar una nueva tregua pasó en el País Vasco en tan sólo doce meses de un secreto a uno a voces. De hecho, el PNV, el PSE y Nafarroa Bai esperaban antes de las vacaciones estivales que se produjera en cualquier momento esa declaración. Sin embargo, el comunicado que la banda dio a conocer este domingo ha caído como jarro de agua fría en todas las fuerzas, pero especialmente en el Partido Socialista de Euskadi.

Después de años de preparar el terreno, en las filas del PSE se esperaba con anhelo otra declaración, en la que se anunciara el «cese armado definitivo o, al menos, el cese armado». Y es que miembros de los socialistas vascos han mantenido «puentes tendidos» y «tomas de temperatura» con ETA desde que en 2006 la banda dio por finiquitado el «proceso de paz» con el atentado en la T-4 en el madrileño aeropuerto de Barajas, en el que murieron dos personas. Tras este atentado, en un primer momento los lazos se rompieron, pero con el paso del tiempo y a través de la izquierda abertzale dirigentes del PSE volvieron a reanudarlos, confirma un destacado dirigente del PSE a LA RAZÓN.

A la espera
Precisamente, fruto de estas «tomas de temperatura» el PSE esperaba, en esta ocasión, un comunicado en el que los terroristas dejaran «meridianamente» clara su voluntad de decretar «un cese armado». Pese a la decepción del momento, el PSE no descarta un nuevo comunicado etarra que cumpla con las expectativas generadas por la izquierda abertzale y por lo «sugerido» en estas «tomas de temperatura». «Con este gesto claro e inequívoco de ETA, el Estado podría plantearse ser generoso», aseguran a este diario fuentes del socialismo vasco.

Los contactos directos e indirectos de dirigentes del PSE con con ETA se remontan a 2002 con la llegada de Patxi López a la Secretaría General de los socialistas vascos. Desde entonces y por encargo de José Luis Rodríguez Zapatero hasta hoy siempre han mantenido abiertos esos canales. En mayo de 2002 López, partidario por entonces de dialogar con la banda, estrenaba despacho. El recién nombrado secretario general del PSE no se durmió en los laureles. Con la autorización del presidente bajo el brazo para hacer y deshacer a su antojo, inició los contactos con el aún parlamentario Arnaldo Otegui en el propio Parlamento vasco.

Mientras López en 2002 mantenía reuniones «semiclandestinas» con los dirigentes batasunos, Jesús Eguiguren, presidente del PSE, abordaba abiertamente la posibilidad de que ETA entregara las armas con su amigo de la infancia Íñigo Iruin, abogado de Batasuna en el proceso de su ilegalización en 2003 y defensor de presos etarras.

Estos encuentros propiciaron que entre finales de 2003 y el primer semestre de 2004 destacados líderes del socialismo vasco se entrevistaran con Josu Ternera, dirigente de ETA a quien se atribuye la redacción del documento de Anoeta de Batasuna del 14 de noviembre de 2004, en el que se apuesta por la negociación con el Gobierno.

Encuentro con Antza
Otras fuentes incluso aseguran que en 2004 un emisario de Jesús Eguiguren se reunió con Mikel Antza semanas antes de ser detenido en Francia. Estas fuentes no descartan que Antza, que cumplía condena en el país vecino, tuviera, junto con Ternera, un papel destacado en todo este proceso, que desembocó en marzo de 2006 en el «alto el fuego permanente».

Cuando Zapatero se convirtió en el inquilino de La Moncloa en abril de 2004, los socialistas vascos le habían allanado ya el camino para una negociación con la banda. De hecho, la organización terrorista remitió en agosto de ese año su primera misiva al Palacio de La Moncloa. Su destinatario, un hombre de la más estricta confianza del jefe del Ejecutivo, no daba crédito al leer su contenido. Zapatero, por fin, tenía la señal que llevaba un tiempo esperando.