Bruselas
La UE supera los 500 millones de habitantes
La población de la Unión Europea (UE) aumentó en 2009 en 1,4 millones de personas hasta alcanzar los 501,1 millones de habitantes, pese a la marcada desaceleración de la inmigración, según los datos de la oficina de estadística comunitaria Eurostat publicados hoy. Este aumento se tradujo en una tasa anual de crecimiento de la población de 2,7 por cada 1.000 habitantes, que se produjo gracias al incremento natural de la población (nacimientos menos muertes) de 0,5 millones de habitantes (1 por cada mil) y a una migración neta de 0,9 millones de personas (1,7 por cada mil). Comparada con 2008, la situación demográfica del año pasado estuvo caracterizada, según Eurostat, por un ligero descenso de la tasa bruta de nacimientos, que se situó en 10,7 nacimientos por cada 1.000 habitantes gracias a los 5,4 millones de niños que nacieron en 2009. En cambio, la tasa bruta de mortalidad se mantuvo estable en los Veintisiete, con 9,7 fallecimientos por cada 1.000 habitantes -la misma cifra que en 2008-, debido a los 4,8 millones de muertes registradas en 2009. Por países, los estados miembro que presentaron las tasas de natalidad más elevadas fueron Irlanda (16,8 por cada 1.000 habitantes), Reino Unido (12,8), Francia (12,7), Chipre (12,2) y Suecia (12,0), mientras que Alemania (7,9 por cada 1.000), Austria (9,1), Portugal (9,4), Italia (9,5), Letonia (9,6) y Hungría (9,6) las menores. Respecto a la tasa de mortalidad, las más elevadas se registraron en Bulgaria (14,2 por cada 1.000 habitantes), Letonia (13,3), Hungría (13) y Lituania (12,6), mientras que las más bajas se observaron en Irlanda (6,6), Chipre (6,7), Luxemburgo (7,3) y Malta (7,8). Como consecuencia, la tasa de crecimiento natural más alta se registró en Irlanda (10,2 habitantes por cada 1.000), a gran distancia de Chipre (5,5), Francia (4,3), Luxemburgo (4,0) y Reino Unido (3,7). Diez estados de los Veintisiete registraron un crecimiento natural negativo, de modo que las bajadas más acusadas se produjeron en Bulgaria y Letonia (-3,6 habitantes por cada 1.000 cada una), Hungría (-3,4) y Alemania (-2,3). En España, la tasa de crecimiento natural fue de 2,2 por cada mil habitantes, dados los 495.000 nacimientos y las 391.000 muertes que se registraron en 2009. Respecto a la migración, Eurostat recalca que el 60 por ciento del crecimiento de la población en la UE durante 2009 se debió a los flujos de migración, aunque éstos presentaron una marcada disminución desde el 2,9 por cada mil habitantes observado en 2008 al 1,7 de 2009. En términos relativos, Luxemburgo (13,2 personas por cada 1.000), Suecia (6,7), Eslovenia (5,8), Italia (5,3) y Bélgica (5,1) presentaron los mayores flujos de inmigración netos, mientras que Lituania (con -6,2 personas por cada 1.000), Letonia (-5,7), Bulgaria (-5,6) y Alemania (-2,5) registraron los descensos más marcados. España registró un notable decrecimiento en cuanto a la tasa de migración, al pasar del 9,2 por cada 1.000 habitantes en 2008 al 1,3 del año pasado, lo que repercutió en la tasa de crecimiento total de la población que bajó del 12,0 por cada 1.000 habitantes al 3,5, respectivamente.
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