Suspendido el juicio entre Arantxa Sánchez Vicario y sus padres

Arantxa Sánchez Vicario había intentado arrebatar a sus padres el piso en el que viven desde hace más de veinte años y un apartamento, ambos situados en Barcelona, de los que hasta ahora eran propietarios en usufructo. Sin embargo, el juicio en el que iban a verse las caras por primera vez tras estallar la polémica, previsto el 27 de septiembre, ha quedado suspendido a petición de ambas partes, según comunicó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Aunque todo estaba preparado por parte de sendos abogados para la vista de mañana, en el último momento, lo más probable es que hayan llegado a un acuerdo del que todavía se desconoce su contenido.

En los últimos meses, como adelantó LA RAZÓN, la ex tenista no habría tenido ningún escrúpulo al insistir en que su padre, enfermo de alzhéimer, acudiera a declarar ante el juez. «Es un auténtico despropósito. Tiene una enfermedad muy grave y no se encuentra en condiciones de declarar», aseguraron en su momento personas allegadas a la familia a este diario. El enfrentamiento llegó a tal punto que incluso Arantxa envió un requerimiento notarial para que sus padres le devolviesen sus joyas, sus peluches y también sus trofeos. Por su parte, el abogado de la deportista, Juan José Burgos Bosch, aseguró que su cliente en todo momento «ha estado muy tranquila porque considera que está haciendo las cosas bien». Además, defiende que «la joven estaría dispuesta a autorizarles a vivir allí, pero no a que tengan el derecho de uso y habitación».