Fotografía

ANÁLISIS: Por qué tanto misterio por Javier Sierra

La Razón
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- ¿Por qué ejerce tanta fuerza esta pintura en la literatura?
– ¡Ése es su misterio! Que un «simple» retrato de mujer nos cautive así debe de tener una conexión con nuestro concepto de lo femenino, de lo maternal. En estos años no han faltado voces que han visto en el retrato una idealización de Catarina, la madre de Leonardo. Pero no son más que conjeturas.

-¿La copia aumentará el mito?

–¡Ya lo ha hecho! Mientras la original del Louvre no se restaure y se excarcele de la urna blindada, quien quiera ver a la «Mona Lisa» en su esplendor va a tener que pasarse por el Museo del Prado.

- ¿La réplica le sugiere...?

–Toda una historia. Quizá esta tabla del Prado fuera la que el taller de Leonardo entregó a Francesco del Giocondo, el marido de la modelo, en respuesta a su encargo. Leonardo se quedó para él una versión de la obra con la que experimentar nuevas técnicas y la convirtió en un icono religioso, íntimo.

- ¿Por qué él es tan misterioso?
–Porque dotó de sentido a cada uno de sus trazos. Ningún pintor perseguía un fin estético, sino didáctico. Su obra es susceptible de ser «leída» más que «mirada». Es la tesis que defendí en mi novela sobre Leonardo, «La cena secreta».

- ¿Qué querría conocer de Leonardo Da Vinci?
–Me gustaría encontrar el cuaderno de notas que, a su muerte, los Saboya fueron a buscar a casa de Melzi, su discípulo y heredero. No me resulta descabellado pensar que ese cuaderno custodiara notas sobre óptica, y que Leonardo Da Vinci pudo haberlas hecho valer en algún experimento protofotográfico que después se hizo pasar por una famosa reliquia textil. ¿Se lo imagina? Leonardo, inventor de la fotografía... nada menos. De momento, es ficción.

Javier Sierra
Escritorio