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El alcalde de Rasquera dimitirá si no se aprueba la plantación de cannabis
Barcelona- El alcalde de Rasquera (Tarragona), Bernat Pellisa, amenazó ayer con una dimisión en bloque del Gobierno municipal si no logran un apoyo mayoritario al proyecto de plantar marihuana en el pueblo: «Si no es apoyado, nosotros dimitiremos», sentenció. La población votará sobre la polémica plantación en una consulta popular que se celebrará el próximo día 10 de abril. La plantación serviría para el autoconsumo de los socios de la Asociación Barcelonesa Cannábica de Autoconsumo (ABCDA) y ocuparía siete hectáreas de terrenos del municipio.
Pellisa defiende el proyecto para el autoconsumo de los miembros de un club de fumadores barcelonés con 5.000 socios porque asegura que permitiría sufragar el déficit de su consistorio, que actualmente roza el millón y medio de euros.
El alcalde explicó que el Gobierno municipal plantea la consulta del 10 de abril para someter el proyecto a la opinión del pueblo como una «moción de confianza del pueblo con el equipo de gobierno».
Para él, si el proyecto de la plantación, que ve como única salida a la crisis del pueblo, recibe un respaldo inferior al 75 por ciento de participantes a la consulta, el gobierno entenderá el mensaje de que no debe seguir al frente del Ayuntamiento.
«No tenemos suficiente con un 51por ciento de apoyo porque entendemos que continuaría habiendo fractura social. Si el proyecto no recibe el apoyo de la gente del pueblo no tendría ningún sentido continuar ante el Gobierno municipal», insistió.
El proyecto, que fue aprobado en el pleno municipal del 29 de febrero, ya ha tenido los primeros efectos políticos, y el alcalde se ha dado de baja de su partido, ERC, para despolitizar el debate y evitar que la idea fracase por estar adscrito a este partido. El alcalde criticó las presiones políticas que ha recibido el Consistorio por su apuesta por la plantación y añadió que no se van a dejar influir.
Pellisa defendió que es un proyecto madurado desde hace años, que «es solvente económicamente y jurídicamente», y una de las pocas posibilidades para tirar adelante el pueblo, sacarlo de la crisis y generar empleos.
«Ágora cannabica»
La semana pasada se realizó en el pueblo una «ágora cannábica» en la que expertos y el propio alcalde –que ha viajado a Holanda para asesorarse– explicaron el proyecto a los vecinos y resolvieron sus sus dudas. En el ágora participaron unos 300 vecinos diarios –algunos repitieron– de este pueblo que tiene unos 1.000 habitantes, y a algunos les serán respondidas sus dudas por escrito.
Pellisa se mostró abierto a celebrar sesiones con quienes tengan inconvenientes a la plantación bien argumentados, y no descarta hacer más encuentros antes de la consulta.
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