Ponerse la venda

Lo que está aún por averiguarse, y algún día sabremos, es la razón de por qué González le ha salido ahora de forma tan explícita al toro del GAL. Cuesta pensar que con sus formidables contactos en Prisa vía Cebrián-Slim-Rubalcaba no diera el visto bueno en persona a unas escandalosas revelaciones que le sitúan sin duda en la cabeza de la organización contraterrorista. ¿No será que González se quiere anticipar a algo, poniéndose tal vez la venda antes de la herida?
El señor Amedo, que algunas cosas del GAL sabe, dijo el pasado viernes en el excelente programa de Carlos Cuesta, que ha entregado un informe a la Fiscalía en el que detalla con pelos y señales datos desconocidos de la trama antietarra. No es que Amedo sea de fiar, pero sobre los GAL probablemente lo sepa casi todo. Su informe a la Fiscalía seguro que es ya de dominio tanto en el Gobierno como en el PSOE. Si hay imputaciones directas a González, es posible que éste se quiera escabullir de las mismas arguyendo que «sólo» le consultaron un tema (si volaba o no a la cúpula de ETA), y que todo lo demás eran decisiones autónomas de sus subordinados. Entre los que, por cierto, había entonces dos importantes ministros del actual Gobierno.
 ¿Acaso la oportuna detención el otro día de Amedo tiene remotamente algo que ver con este guirigay?