El fracaso alarma

El ministro Blanco ha reconocido el fracaso político en toda regla que supone la situación en la que se han metido después de meses de bronca con los controladores a costa de la paciencia de los usuarios de los aeropuertos españoles.La prórroga del estado de alarma enciende todas las luces constitucionales de un asunto que genera dudas. Como es costumbre en el Presidente del Gobierno se ha llegado al límite la resolución del golpe de los controladores el pasado 3 de diciembre. Al final y con el agua al cuello Zapatero sacó pecho por resolver con los militares en la mano un conflicto laboral desbocado por los caprichos y privilegios adquiridos. Forman los controladores un colectivo mimado a base de salarios propios de futbolistas de Primera División. Blanco fue a por ellos y se ha metido en una guerra con prisioneros. La fuerza de un Estado puede con todo pero la legalidad dejará en su sitio a unos y a otros si es que la justicia nos da una alegría. Convendría aclarar si estuvo justificada la alarma del díía 3 pero más todavía la prórroga aprobada ayer. ¿Cuál es la razón para ampliar hasta el quince de enero? ¿Han abandonado otra vez sus puestos de trabajo los controladores? Necesitamos un Gobierno que no nos alarme tanto. Y sobre todo que explique si este charco es para tapar otro o el siguiente. El PP debería quedarse al margen de esta decisión. Más que nada por coherencia. No se hubieran atrevido a decretar el Estado de alarma por temor a ser acusados de golpistas.