Hollywood

De dioses y monstruos

Pedrero Santos se adentra en la vida del creador de Frankenstein

Una imagen de la película de los años treinta
Una imagen de la película de los años treintalarazon

Todos los amantes del cine de terror clásico, es decir, todos los amantes del cine de James Whale recordarán sin duda la trágica belleza que desprendía el torturado retrato dibujado en la película «Dioses y monstruos», de Bill Condon. Lo primero que tiene que decir el autor de esta reseña es, simplemente: compren este libro y disfrútenlo. Espléndidamente ilustrado, editado y escrito, «James Whale. El padre de Frankenstein» es más que una biografía: es una joya para el mitómano y brinda una inteligente mirada sobre una de las figuras más interesantes del cine.

Aunque, a fuerza de ser sinceros, Whale tuvo una carrera irregular, con imprescindibles clásicos como «El doctor Frankenstein» (1931), «El caserón de las sombras» (1932), «El hombre invisible» (1933) y «La novia de Frankenstein» (1935), alcanzó un Olimpo reservado a pocos. Homosexual y procedente de la clase baja, ensayó con su diferencia hasta destilar un imaginario visual extremadamente original y fascinante para todos los públicos. Tal vez porque en él la experiencia del rechazo social le convirtió en un ser sensible al frío eco del mundo, en su Frankenstein encontramos esa vulnerabilidad. No debemos olvidar hasta qué punto el cine de terror sirve como respuesta a una situación de crisis. «La única forma posible de hacer más llevadera una realidad tan angustiosa, de reducir su intensidad era compararla, enfrentarla, con algo más terrorífico dentro de un cine».

Desentrañar todas las claves de esta mirada inusual es justamente el atractivo de este libro. Su autor, excelentemente documentado, disecciona con habilidad el contexto en el que se desarrolló la compleja sensibilidad de Whale, su alambicada estética, su relación con el decadente mundo de Hollywood, sus pasiones y conflictos con los actores, los pormenores de los rodajes. Puntilloso hasta el extremo, el director no dejaba nada al azar. Por último, por si fueran pocos los puntos de interés, el libro cuenta con un breve pero sutil prólogo de Guillermo del Toro que analiza al cineasta como un ser con «miedo a ser mirado», siempre presto a volverse invisible, a borrar sus huellas en un mundo clasista, intolerante y mezquino.


Sobre el autor
Juan A. Pedrero Santos (1966) compagina su trabajo como director financiero con la reflexión sobre el cine de terror
Ideal para...
lectores que estén interesados en el cine de terror clásico así como en sus pormenores, que seguro son legión
Un defecto
Se echa de menos una aproximación más filosófica a la figura del monstruo
Una virtud
Magnífica edición acompañada de un texto inteligente y apasionado
Puntuación: 9


«James whale. El padre de Frankenstein»
J. A. Pedrero Santos
Calamar ediciones
288 páginas. 24 euros.