Ni las ayudas de primera necesidad de los ayuntamientos se libran del fraude

ÁVILA- Ni las ayudas dirigidas a las emergencias o la urgente necesidad social se libran de la picaresca, del fraude en los tiempos que corren, nada halagüeños para muchas familias castellano y leonesas. El último hecho de este tipo detectado ha tenido lugar en Ávila, donde su Ayuntamiento ha anunciado ya que modificará las bases que regulan esa prestación social, al haberse detectado una «bolsa de fraude» entre algunas de las personas que las reciben de forma puntual para evitar situaciones de marginalidad social.

Así lo ha decidido la última Junta de Gobierno Local, tras haberse descubierto casos de fraude que han llevado al Consistorio a establecer unas bases que regulen la concesión de fondos, especialmente en lo referente a una «carencia de medios constatable».
Para ello, los requisitos que se tendrán en cuenta irán dirigidos a corroborar que las personas que solicitan ya ayuda, realmente la necesitan, sobre todo en lo referente al patrimonio, tal y como argumentó el teniente de alcalde y portavoz del equipo de gobierno, José Francisco Hernández, en declaraciones recogidas por Efe.

Según dijo, las ayudas de emergencia social se conciben como subvenciones «individualizadas, personales y no transferibles, de carácter extraordinario, transitorio y no periódico, para evitar marginalidad social y establecimiento de un marco normativo igualitario».

Situaciones graves o extremas
Ese dinero, estará destinado a «cubrir total o parcialmente situaciones de extrema urgencia o grave necesidad que, de modo puntual y no habitual, puedan afectar a personas físicas empadronadas y residentes en el municipio».

Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, en todo 2011 se han duplicado las ayudas destinadas a emergencia o urgente necesidad, pasando de los 126.780 euros de 2010, a los 2509.542 del presente ejercicio. De esta manera, este año el consistorio ha atendido a 448 familias, un 23 por ciento más que en 2010, aunque la cuantía se ha visto duplicada.

Las ayudas se han destinado mayoritariamente a paliar necesidades básicas como la subsistencia y la alimentación.