Arquitectura
El Valle de los Caídos abrirá en Semana Santa para el Vía Crucis
Tras años de ostracismo y polémica, comienzan las obras de rehabilitación del conjunto monumental
MADRID- Tras más de dos años cerrado al turismo, aunque no al culto –con polémica incluida–, el Valle de los Caídos despierta la atención que durante años no tuvo y que abocó al conjunto monumental a una evidente decadencia. En un primera actuación va a ser reparado el Vía Crucis, que para fecha tan significativa como la Semana Santa podrá ser visitado, según ha sabido LA RAZÓN de fuentes de Patrimonio Nacional.
Una noticia que tras años de ostracismo devuelve el protagonismo a un Valle de los Caídos que, junto con el Palacio Real de Madrid y el Monasterio de El Escorial, era uno de los monumentos más visitados de España, hasta el punto de que todas las excursiones organizadas por touroperadores extranjeros lo incluían como parada obligada. Todo eso cambió cuando, hace ahora dos años y tres meses, el Gobierno decidió que el recinto albergaba peligros que impedían su visita. Se prohibió entonces el acceso e incluso el culto, aunque este último tuvo que ser aceptado tras las protestas y el clamor para que volvieran a permitirse los oficios religiosos en Cuelgamuros: mil personas asistieron a una misa en la carretera de Guadarrama; la semana siguiente, a dos bajo cero, fueron tres mil las que, con su presencia, reclamaban el retorno de la tradicional misa. Ahora, sin turismo, pero después de años de polémicas, se acometerán las obras necesarias para que el Vía Crucis del Valle de los Caídos puede ser visitable la próxima Semana Santa, según confirmó ayer Patrimonio Nacional.
Es un primer paso, pero una decisión que –aunque haciendo gala de contención– sin duda alegra al abad del Monasterio, el padre Anselmo Álvarez, quien ayer se mostraba satisfecho de que, ante el «evidente estado de deterioro» de alguna zonas del conjunto monumental, éste pueda ser rehabilitado en parte, gracias a la «buena voluntad» del Gobierno, que –añade, consciente de las limitaciones presupuestarias en todos los órdenes– «hará lo que pueda en la medida de lo posible». Se refería el religioso a «algunas ideas de reconstrucción», pero remitía a Patrimonio como responsable de las actuaciones pendientes, ya que una disposición transitoria de 1982 confirió a este organismo la administración del conjunto histórico, aunque sea la comunidad benedictina la que tenga la última palabra sobre el Valle.
La historia del cierre actual se remonta al 23 de noviembre de 2009, cuando el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero anunciaba la clausura por «obras de conservación, permaneciendo únicamente abierto el recinto y el Primer Vestíbulo de la Basílica (espacio de tienda-librería)». Si bien están confirmados los desprendimientos en el Cristo de la Piedad y resulta evidente el deterioro de las esculturas de los evangelistas de Juan de Ávalos, el recinto de la Basílica apenas presenta signos de humedad en su interior y desde aquella fecha no se había iniciado obra alguna para restaurar los «daños» consignados de forma oficial. Sólo ahora se va a actuar en el Vía Crucis, aunque, en opinión del abad, el recorrido –en plena montaña– es practicable para la visita, salvo por «algunas capillas que se encuentran deterioradas».
Está pendiente la otra gran afectada, la base de la gran Cruz, esa que es visible a kilómetros de distancia y emblema del Valle de los Caídos. Los desprendimientos obligaron a cerrar la cafetería y el teleférico circundantes. La intervención en este conjunto escultórico, según el padre Anselmo, «se verá más adelante».
La «buena disposición» actual contrasta con la actitud del anterior Gobierno socialista, que no sólo cerró «temporalmente» el Valle sino que llevó a cabo estudios forenses en el recinto sin hacerlo público «para evitar polémicas». «El Gobierno busca aislar el Valle de los Caídos», señaló entonces el diputado del PP Jorge Fernández Díaz, quien consideraba que las obras de mantenimiento no tenían por qué implicar la clausura del lugar –ponía el ejemplo de la Sagrada Familia en Barcelona– y que, en cualquier caso, el Gobierno no es competente porque la legislación aquí «es la de cualquier lugar de culto».
Las intenciones del Ejecutivo socialista iban mucho más allá tras aprobarse una moción para «redefinir» el Valle de los Caídos de acuerdo con la Ley de Memoria Histórica. En los últimos meses en el poder, Zapatero encargó un informe a una comisión de expertos sobre el futuro del conjunto monumental –el debate suscitado alentó a Iñaki Anasagasti a pedir su «voladura»–. Tras el 20-N, con el Gobierno socialista en funciones, el dictamen recomendaba trasladar los restos de Franco y proponía crear un «centro de meditación» para que se sientan «cómodas» las personas que no profesan la religión católica.
Una calzada, catorce estaciones
El Vía Crucis rodea el Valle de Cuelgamuros por una calzada enlosada, muy al estilo de las calzadas romanas, tiene unos 6 metros de ancho, poco menos de 5 kilómetros de recorrido y más de 2.300 peldaños. Se construyó aprovechando la orografía del terreno. En cada una de sus catorce estaciones tiene una pequeña capilla; la más importante es la del Risco del Altar Mayor por la panorámica del Risco de la Nava y por la capilla que corona el peñasco, con una imagen de la Virgen.
LA LUPA
«Memoria del Valle»
Los expertos de la comisión para abordar el futuro del Valle de los Caídos barajaron dos posibilidades: dejar el conjunto monumental tal y como está, con un grado de deterioro importante, o proponer actuaciones para dignificar la memoria de los 33.847 españoles muertos en la Guerra Civil allí enterrados. Optaron por esta segunda opción y propusieron, entre otras actuaciones, valoradas en unos 13 millones de euros, la ejecución de una «potente» intervención artística en la explanada delantera que recuerde a todos los fallecidos. Se llamaría «Memoria del Valle».
Cronología de un linchamiento
23 de noviembre de 2009
El Gobierno cierra el Valle de los Caídos por «obras de conservación, permaneciendo únicamente abierto el recinto y el Primer Vestíbulo de la Basílica».
11 de octubre de 2010
El Ejecutivo abre en secreto los osarios del Valle de los Caídos. Niega exhumaciones, pero admite «prospecciones».
7 de noviembre de 2010
Los monjes benedictinos celebran una misa en la carretera de Guadarrama al impedirse la entrada a los fieles a la Basílica. Asisten unas 1.000 personas.
14 de noviembre de 2010
Segunda misa multitudinaria tras la prohibición del culto. Alrededor de 3.000 asistentes en la explanada posterior a la Basílica.
18 de noviembre de 2010
El Foro por la Memoria pide la voladura de la Cruz del Valle de los Caídos.
19 de diciembre de 2010
Se reabre al culto la Basílica. El Gobierno asegura que ha invertido 100.000 euros en construir un túnel de acceso al templo y cubrir con una malla metálica la escultura de la Piedad.
30 de mayo de 2011
Ramón Jáuregui preside la constitución de la Comisión de Expertos que decidirá si Franco continúa en Cuelgamuros.
30 de noviembre de 2011
La Comisión de Expertos nombrada e impulsada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero recomienda trasladar los restos de Franco y aboga por construir un memorial en lugar de rehabilitar el conjunto.
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