Cambios en el PP

Ya no es lo mismo

La Razón
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El PP está en un momento dulce en el que no deben importar demasiado los movimientos internos cara a lo único que interesa: ganar las próximas elecciones. En otra época el hecho de que el alcalde de Madrid figurase en las listas para las generales hubiera resultado una convulsión para según que sectores del partido. Hoy aún podría serlo pero también es cierto que Gallardón lleva mucho tiempo dedicado a la política madrileña y que en algún momento habrá que pensar en situarle fuera de ella acomodándole en la política nacional. Muchos piensan que si Rajoy gana las elecciones será lógico que Gallardón ocupe una cartera ministerial relevante en su gobierno. Ciertamente entra dentro de lo posible e incluso puede suponer un descanso para la convulsa política regional, aquejada en exceso de personalismos que convendría superar. Que Ana Botella sea la sucesora natural en el Ayuntamiento no debiera extrañar a nadie. Sería desde luego mejor compañera de protocolos para la presidenta Aguirre. El antiguo problema con Gallardón estaba en que se le veían en exceso sus aspiraciones. Ahora seguro que también las tiene, pero el tiempo pasa, las ambiciones se suavizan, y además no es lo mismo el Gallardón de hoy, con un Ayuntamiento perseguido por la deuda, que el triunfante y osado de años pretéritos, cuando se le veía como un contrincante serio en la carrera por la Moncloa.