La Junta niega un paquete inversor de la mano del candidato Rubalcaba

El «maná» Rubalcaba no era tal. O al menos así trató de aclararlo ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno la consejera de Presidencia, Mar Moreno. «La Junta va a defender cada euro que le corresponde a Andalucía, pero desde luego no hay una cantidad global, ni ninguna novedad que se pueda vincular ni de lejos a la candidatura de Rubalcaba. En enero ya mantuvimos reuniones de impulso para abordar asuntos de común interés de la Junta y del Gobierno», aseguró Moreno.

Pese a las reiteradas preguntas sobre las posibles exigencias andaluzas al candidato Rubalcaba, la portavoz del Ejecutivo no traspasó ninguno de los límites marcados. Esto es, que la «posición exigente» con el Gobierno ha sido una constante a lo largo de toda la legislatura y que «no hay cuantía ni reivindicación específica». No obstante, deslizó que la Junta «no desaprovecha encuentros con el Gobierno para hacer llegar nuestras demandas». Las preguntas, en cualquier caso, siguieron:

–«Si la Junta no tiene encima de la mesa ninguna cantidad, ¿a qué achaca que destacados dirigentes del PSOE-A, ayer (por el lunes), hablaran de esos 2.500 millones, a una ligereza o a que se excedieron en sus reclamaciones?»

–«Las estimaciones económicas que pueda hacer un dirigente político no es una cuestión que el Gobierno tenga que afirmar o desmentir», zanjó.

Andalucía es la primera de las comunidades que visitará Rubalcaba como candidato socialista. También fue la primera en la que estuvo después de convertirse en el segundo de a bordo de Rodríguez Zapatero a finales del año pasado. En aquella visita del 13 de diciembre de 2010 ya dijo que prestaría una atención especial a esta comunidad a tenor de lo que estaban marcando las encuestas. Rubalcaba, como único aspirante oficial –de momento– socialista para concurrir a las elecciones generales, tiene un serio problema con Andalucía, si es que pretende, como ha dicho, pelear por una remontada y no aguantar una «derrota digna».

El Partido Popular andaluz ha salido de las elecciones municipales con el gobierno en la mano de las ocho capitales de provincia; con grandes ciudades como Jerez, Marbella o Algeciras; con cinco diputaciones; y, lo que es más significativo, con una ventaja de más de 290.000 votos respecto al Partido Socialista. El 22-M, por primera vez, el PP superó en número de votos al PSOE. Si la deriva no cambia, lo más probable es que el próximo presidente de la Junta sea Javier Arenas. Todo esto explica que prendiera como la pólvora el posible paquete inversor de 2.500 millones a Andalucía. Sólo un golpe de efecto –o sucesivos golpes– libraría al PSOE-A del abismo en marzo de 2012.

Arenas impulsa la «regeneración democrática»
El presidente del PP-A, Javier Arenas, anunció ayer la presentación de una Proposición no de Ley la próxima semana en el Parlamento andaluz relativa a un plan de regeneración democrática e institucional con medidas para combatir la crisis y otras iniciativas de carácter orgánico, que pasan por limitar a ocho años el mandato del presidente de la Junta o la articulación de medidas para controlar de forma exhaustiva el gasto público. De igual modo, el documento persigue reforzar los mecanismos de control financiero externos e internos y garantizar que el gasto de la Administración autonómica esté bajo el control de los propios funcionarios. Durante su alocución en la Junta Directiva regional del PP-A, celebrada en Antequera, Arenas calificó a esta ciudad como la «gran capital del cambio» en la comunidad autónoma y alabó a su alcalde electo, el popular Manuel Barón, a quien definió como «todo humildad y cercanía» frente a la candidata del PSOE a las elecciones municipales, Rosa Torres, de quien dijo que es «sinónimo de prepotencia».