Historia

Indonesia

La boda de Elsa Pataky huele a montaje por Jesús MARIÑAS

Resultó lo más en sorpresas informativas: una boda sin novio. Aunque «¡Hola!» le dedica portada y muchas páginas, huele a chamusquina tanto como aquello de que Adrien Brody le había regalado un castillo escocés.

Pataky conoció a su marido, Chris Hemsworth, hace dos años
Pataky conoció a su marido, Chris Hemsworth, hace dos añoslarazon

Lo de ahora suena a tomadura de pelo, sin más base que el traje, que ni siquiera fue tan espectacular, porque las novias no son el fuerte de Armani. La hermosa Amparo Muñoz hizo en tiempos triquiñuelas parecidas, pero era otra época en la que creíamos cuanto nos contaban y eso del casorio exótico azuzaba cualquier fantasía romántica. Así que exprimida la fábula con Brody, se imponía el contraste. Algo más cálido, aunque sin la belleza de las tierras altas. Por eso lo han situado en Indonesia, aunque no impactan ni traje ni ambiente, y tampoco envuelve en un halo encantador de los que hacen soñar a casaderas.

Lo más chocante es esa portada de la recién casada enfundada en blanco cual sirena, con la figura crecida por un modelo que estiliza. Pero canta el velo de tul extendido sobre la blanca arena –¡con lo que eso ensucia!–, la carencia de bullicio festejador y la sensación de soledad deprimente que transmite lo que debería ser fausta noticia, que sólo queda en acontecimiento jocoso porque el novio está ausente. La circunstancia da pie a muchas suposiciones y cábalas. ¿Se negó a posar enlazado con la que dicen es ya su esposa? ¿No compartió la exclusiva y de ahí su ausencia fantasmal? ¿O es que realizaron el reportaje de manera traidora evitando su imprescindible posado? Absurdo, y casi increíble es que mientras «¡Hola!» dedica una página al boceto del vestido, el presunto afortunado y quizá marido feliz tan sólo ocupa un reportaje complementario haciendo surf, que es lo perfecto en una luna de miel.

La información, previniendo el escepticismo general, hace hincapié en que fue una ceremonia tradicional y legal a todos los efectos. Se curan en salud cortando las posibles rumores y, no es para menos, considerando que el comunicado oficial del enlace fue cursado el Día de los Inocentes. Pero apesta igual que la historia del castillo escocés, que parece que tan sólo fue alquilado para venderlo como imaginado . Lo que hay ver.

Y encima lo difunden con visos de autenticidad. Dudaré hasta que vea fotos de la pareja celebrando el enlace, al cura o ejercitante y el Libro de Familia. El tema escama tanto como las incesantes novias de Luis Medina.