ETA avisa de que sigue el «conflicto» tras un año de tregua

MADRID-La llamada «izquierda abertzale» (Batasuna), de la que forma parte ETA, realizó ayer una declaración, con motivo del aniversario del anuncio del alto el fuego «permanente, general y verificable». Los proetarras volvieron a plantear su programa máximo, que incluye la independencia del País Vasco, con la anexión de Navarra, y no hicieron ninguna referencia a las víctimas causadas por la banda ni a su disolución.

Por el contrario, insistieron en que «sigue habiendo un conflicto de carácter político porque los Estados español y francés niegan el reconocimiento y el derecho a decidir de Euskal Herria», según la versión publicada por el diario «Gara» en su edición digital.

Niko Moreno y Maribi Ugarteburu pusieron, en primer lugar, sobre la mesa, la reivindicación que hace referencia a la independencia (antes que la de los presos) y exigieron, en el tono ampuloso y críptico que utilizan siempre, la «apertura de un diálogo resolutivo en clave democrática para el que todas las culturas políticas de este país somos necesarias». Que, traducido, quiere decir: la creación de una «mesa de partidos» en la que debería estar Sortu, una vez legalizada por el Tribunal Constitucional, y en la que serían adoptadas las decisiones precisas para llegar a la secesión.

España y Francia se tendrían que limitar a poner los medios para que lo que se acordara en la «mesa» entrara en vigor, ya que, en ningún caso, podrían discutir o cambiar su contenido.
«Lo que planteamos es que derechos democráticos internacionalmente reconocidos, se pueden ejercer en libertad y con normalidad. Aunque con sus matices, el actual debate acerca de la fecha para el referéndum de autodeterminación entre Escocia y Gran Bretaña debería ser una referencia para Madrid y París», agregaron los portavoces abertzales.

Una «mesa técnica» con ETA
En segundo lugar, se tendría que poner en marcha la «mesa técnica». A este respecto, instaron a los gobiernos español y francés a que aborden el diálogo con ETA, ceñido «exclusivamente a las consecuencias derivadas del conflicto y la superación definitiva de la confrontación violenta», como son «la vuelta de presos y exiliados a sus casas, la desmilitarización del país» (la salida de las Fuerzas de Seguridad y de los Ejércitos del País Vasco y Navarra) y el desarme de ETA (que no la entrega de las armas o la disolución, como ha quedado claro en los documentos internos de los pistoleros).

Asimismo, hicieron un llamamiento al Partido Popular para que aborde, «con carácter de urgencia, cuestiones imprescindibles para avanzar en la normalización política y democrática»: la legalización de todas las organizaciones políticas (Sortu); el fin de la criminalización y persecución de actividades políticas, y el respeto a los derechos de los presos políticos vascos». También le pidieron que, «con responsabilidad y altura de miras, abandone la trinchera del inmovilismo y atienda las reivindicaciones democráticas de la sociedad vasca», convirtiéndose en «agente proactivo para la resolución política definitiva del conflicto vasco».

En una palabra, que haga suyo el «proceso» que la banda pactó, a través de intermediarios, con socialistas y nacionalistas durante la anterior legislatura.

EXIGENCIAS
El guión de la banda
1.- Diálogo con ETA
Los abertzales instan a los gobiernos español y francés a abordar el diálogo con ETA y a tomar como referencia el referéndum de Escocia.
2.- Legalización de Sortu
Sortu, una vez legalizada por el Constitucional, debe estar en una «mesa de partidos», en la que se tomarán decisiones para llegar a la secesión.
3.- «Desmilitarización»
La vuelta de presos y exiliados y la «desmilitarización» del País Vasco y Navarra sólo irían acompañadas de un desarme de ETA, no de una entrega de las armas.
4.- Exigencias al PP
Con «carácter de urgencia», piden al Gobierno «el fin de la criminalización y persecución de actividades políticas y el respeto a los derechos de los presos políticas vascos».

LA LUPA
Vidal-Abarca defiende el derecho a la justicia
Ana María Vidal-Abarca, viuda del jefe del Cuerpo de Miñones asesinado por ETA en 1980, Jesús Velasco, apeló ayer al irrenunciable derecho de las víctimas a la justicia, en un acto de homenaje a su marido celebrado en la Diputación de Álava, al que no asistieron representantes de Bildu. Vidal-Abarca recibió una placa de la institución foral a toda su familia en reconocimiento por su lucha contra el terrorismo.