Europa

Barcelona

Una generación recuperada

El Madrid se clasificó para la «Final Four» de la Euroliga 15 años después

El base del Real Madrid Sergio Llull (i) entra a canasta ante el alero serbio del Power Electronics
El base del Real Madrid Sergio Llull (i) entra a canasta ante el alero serbio del Power Electronicslarazon

MADRID- Una generación de madridistas ya puede presumir de que su equipo está entre los cuatro grandes de Europa. Quince años después de su última presencia en la «Final Four», el Real Madrid volverá a luchar por el título de campeón de Europa. Dieciséis después del último título, de la conquista de «La Octava» guiados por Arvidas Sabonis, el Madrid se vuelve a sentir alguien en el continente. La Caja Mágica, donde muchos desconocían qué se siente al estar entre los cuatro mejores de Europa, albergó el primer día grande de verdad para la sección de baloncesto en muchos años. En demasiados para el glorioso pasado del club. En la nueva casa madridista estaban todos. De Florentino Pérez a Cristiano Ronaldo presenciaron cómo el equipo de Molin superaba al Power Electronics Valencia. El premio logrado disculpa un partido horrible, aunque ayer la estética era lo de menos. El Madrid se vuelve a sentir importante. En Barcelona y sin el Barça, el escenario ideal para el madridismo, aspira a lograr «La Novena». El Maccabi espera en semifinales.

En medio de una temporada tormentosa, el Real Madrid está donde ningún otro equipo español. Será el único miembro de la ACB en el Palau Sant Jordi porque el Valencia se quedó sin argumentos en la segunda parte. Todo el orden y la lógica que impone Pesic al equipo se vinieron abajo cuando las fuerzas fallaron. Nueve puntos en el tercer cuarto y siete en el último son un peaje excesivo incluso ante un equipo que tampoco estuvo precisamente acertado. Porque el Madrid no jugó bien. Es un equipo reincidente en sus vicios. No es posible que en el partido del año y de muchos años más, el futuro quede en manos exclusivamente de los «buenos». Lo dice Zeljko Obradovic, que de esto sabe un rato: «En los dos últimos minutos estás en manos del talento de los jugadores». El problema es depender sólo de eso también el resto del partido. De juego de equipo ni rastro. Llull, que terminó rompiéndose a falta de cuatro minutos, emprendió su guerra personal contra el mundo; Tomic volvió a ser el único recurso interior y la tercera alternativa eran los triples de Suárez. No había nada más. Ante eso, el Valencia volvió a recurrir a la labor de todos. Pesic sabe cómo mantener implicado a todo el colectivo. Savanovic inició la sangría con nueve puntos en el primer cuarto (2-11, min 5). El Valencia siempre tenía un pase extra y la búsqueda de la mejor opción tenía premio (13-23, min 12). La aparición de Tucker en el segundo cuarto evitó una crisis mayor. El escolta logró sus 12 puntos en ese periodo y el equipo se agarró a él (40-42, min 20). De esa inercia llegó un buen arranque tras el descanso. Fue el único momento de claridad en lo que quedaba de partido. Más que suficiente. El acierto exterior en posiciones nada cómodas fue determinante. Una pequeña ventaja (52-46, min 25) se convirtió en un tesoro. Los ataques se atascaron. Cada posesión amenazaba con hacer sonar la bocina y los parciales resultaban ridículos (entre el minuto 34 y el 38, 2-1). Nadie tenía la claridad suficiente como para poner orden en medio del caos. El Power era incapaz de amenazar y el Madrid defendió la renta mirando el reloj de posesión (60-54). El premio era demasiado precioso como para arriesgar. Florentino sonreía en un partido de baloncesto y el banquillo lo celebraba como si fuera un título. El público se sumó a la fiesta. Los jugadores regresaron del túnel de vestuarios y alguno terminó en calzoncillos. La «Final Four» en Barcelona y sin el Barça suena muy bien para el madridismo.

Ficha técnica

66. Real Madrid: (11+29+18+8): Prigioni (6), Llull (9), Suárez (12), Reyes (7), Tomic (9) -quinteto inicial- Mirotic (7), Tucker (12) y Fischer (4).
58. Power Electronics (17+25+9+7): Cook (0), Rafa Martínez (16), Savanovic (19), Pietrus (0), Javtokas (3) -quinteto inicial- Navarro (2), Lishchuk (6), De Colo (6) y Richardson (6),
Árbitros: Drabikovsky (UKR), Pukl (SLO) y Sahin (ITA).
Incidencias: Quinto partido de los cuartos de final disputado en la Caja Mágica de Madrid. Lleno. 12.093 espectadores, entre ellos quinientos seguidores del equipo valenciano.