Alimentación

Dormir más y mejor receta contra la obesidad infantil

Dormir más y mejor es una de las recetas más recomendables contra la obesidad infantil, dada la relación directa entre el sobrepeso y los trastornos del sueño, según varios estudios destacados hoy por el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatológica de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn).

En una nota de prensa, el CIBERobn recopila informes en los que se evidencia que la alteración de los ritmos circadianos, especialmente en la infancia, podría favorecer la aparición de sobrepeso y viceversa, es decir, la obesidad incrementa el riesgo de trastornos como el insomnio, los ronquidos o la apnea.

Precisamente el papel del sueño fisiológico y sus alteraciones en la génesis del síndrome metabólico y el desarrollo de la obesidad y diabetes tipo 2 ocupan una de las líneas de trabajo del grupo del CIBERobn dirgido por el endocrinólogo Felipe F.Casanueva.

De acuerdo a las investigaciones, se ha comprobado que la falta de sueño incrementa la producción de grelina, producida por el estómago principalmente, que aumenta las ganas de comer.

Además, el no dormir disminuye los niveles de leptina, que es como se denomina la hormona de la delgadez o supresora del apetito producida por las células grasas, y que indica la falta de reservas metabólicas y la necesidad de consumir más calorías.

La investigadora principal del CIBERobn, Empar Lurbe, ha explicado que estudios recientes han demostrado que dormir una hora adicional por la noche ayudaría a controlar la obesidad infantil y reduciría un 36 por ciento la posibilidad de que los niños sufran sobrepeso.

Un reciente estudio de la Universidad de Stanford, evidencia que las personas que duermen menos de cinco horas producen mayores niveles de grelina y menos de leptina, en comparación con quienes duermen por ejemplo ocho horas.

La consecuencia más importante de estas alteraciones neuroendocrinas es el aumento del apetito, especialmente de alimentos hipercalóricos y ricos en hidratos de carbono para sustituir la energía que no recuperada en las pocas horas de sueño.

Otro estudio del Hospital Univesitary Germans Trias i Pujol, publicado en la revista Obesity, desvela que los obesos que pierden el 10 por ciento de peso reducen el 26 por ciento el índice de apneas, consistente en episodios repetidos de obstrucción de la vía aérea superior, con pausas respiratorias durante el sueño profundo, que mantiene a los afectados en un estado de somnolencia durante el día.