Bruselas
Zapatero negocia «in extremis» con CiU para salvar su tijeretazo social
El PSOE, ante dos riesgos: su soledad y el peligro de que los grupos fuercen su trámite con enmiendas y lo cambien.
Madrid- La soledad parlamentaria hará vivir esta mañana al PSOE otro «vía crucis». Por sólo un voto puede al final sacar adelante en el Congreso el decreto de recortes sociales para ajustar el déficit y cumplir con las exigencias de acelerar el proceso que ha impuesto Bruselas. El PNV sorprendió anoche al anunciar su adhesión al bloque que votará en contra: los 153 diputados populares, 5 de ERC-IU-ICV, 2 del BNG y las parlamentarias de Nafarroa Bai y UpyD. Si a esta cifra se suman los 6 votos del PNV, al final suman 168 votos en contra del decreto aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros. Sólo uno menos que los 169 escaños que tiene el PSOE en el hemiciclo.Por tanto, el plan de ajuste sólo cuenta, en principio, con un voto de más para ser aprobado, siempre y cuando no haya ninguna ausencia no esperada y nadie se equivoque en la votación.Tan límite es la situación que el propio presidente del Gobierno y la vicepresidenta Salgado se implicaron ayer personalmente en la negociación con CiU para asegurarse su abstención. La formación nacionalista analizó por la tarde su posición y los «pros» y los «contras» de que el decreto se tramite como proyecto de ley. Y es que ésta es la segunda «espada de Damocles» que cuelga sobre la cabeza del Gobierno. El PSOE también multiplicó ayer tarde los contactos con CiU, Esquerra Republicana y Coalición Canaria para tratar de convencerles de que no avalen la exigencia de tramitación del decreto como proyecto de ley, que planteará, por ejemplo, el PP. Esto retrasaría su entrada en vigor y abriría, asimismo, la puerta a su modificación en función de las mayorías parlamentarias. El debate de esta mañana llega «caliente» por la votación de la víspera en la que toda la oposición se unió en contra de la congelación de las pensiones sobre la base de una iniciativa presentada por los populares.La tramitación parlamentaria del decreto tendría repercusión interna, pero también internacional, ya que alentaría la imagen de debilidad del Gobierno ante los organismos internacionales y los mercados. «Tramitarlo como proyecto restaría eficacia al objetivo que persigue la norma de transmitir un mensaje de decisión a los mercados», ha advertido el PSOE desde su precaria posición. El PNV justificó su puñetazo en la mesa, que pone en serios aprietos al Gobierno, con el argumento de que las medidas planteadas son «insuficientes, injustas y contraproducentes» para relanzar la economía y el empleo. «La defensa de los intereses de los ciudadanos de Euskadi y la defensa del autogobierno vasco nos llevan a votar negativamente», explicó el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, informa Vasco Press.La votación parlamentaria de esta mañana es decisiva no sólo para el futuro del plan de ajuste, sino también de la Legislatura y del Gobierno de Zapatero.
Nadie puede fallar Ni uno solo de los diputados puede faltar si el Gobierno pretende hoy que el Pleno convalide las medidas que aprobó el viernes el Consejo de Ministros para reducir el déficit público. Puede lograrlo con una diferencia de un solo voto o únicamente con los votos del PSOE. El Real Decreto cuenta con los 169 votos a favor de los socialistas. Públicamente han anunciado su voto en contra el PP (153 votos), ERC (3), IU-ICV (2), BNG (2), UPyD (1) y Na-Bai (1). En total, 162. CiU ha anunciado que no votará en contra, por lo que se abstendría. También lo harán los dos diputados de CC y el de UPN. Ayer, el PNV decidió votar en contra (6), con lo que las fuerzas quedan en un ajustado 169-168 y 13 abstenciones. Las ausencias y una equivocación en la votación amenazan al Gobierno con un «no».
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