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Desahucio

«Pagamos 700 euros de factura y tenemos frío»

El Ayuntamiento no se hace cargo y la constructora los ha ignorado

Ésta es la historia de los vecinos de la calle Fuenlabrada que resultaron beneficiarios del Plan Municipal de 2005 de Gómez, pero –dicen– «nos dio un piso tercermundista y se desentendió de todos los problemas que nos ha causado». larazon

MADRID- Nada más recibir el piso tuvieron problemas con el suministro del agua, la luz y por pequeños desperfectos en la construcción. Cuando llegó el verano notaron que en sus viviendas hacía mucho calor, pero como como muchas no superaban los 35 metros cuadrados, achacaron las altas temperaturas a la concentración del aire en poco espacio. Sin embargo, el gran disgusto no llegó hasta el primer invierno. «Mi casa estaba congelada a pesar de que ponía la calefacción», explica Nuria, una vecina de la calle Fuenlabrada. «Pensé que como el salón tenía terraza y el dormitorio una ventana del techo al suelo, entraba aire por ahí», continúa. «Pero no, ahora sabemos que es un problema de los arquitectos que construyeron el edificio con un mal sistema de aislamiento. Y es que, por más que encendieras a tope la calefacción, la casa no se calentaba».
Precisamente en ese punto surgió el verdadero drama para muchos de los vecinos de la calle Fuenlabrada, de Los Planetas y Jaime I, a los que les tocó uno de los pisos sociales del Plan Municipal de Alquiler que Tomás Gómez puso en marcha en 2005.
A Nuria le llegaron facturas por la calefacción de 200 euros, en un piso de 35 metros cuadrados, pero a otros el pago superó los 700 euros. Lo primero que hicieron fue reclamar a las compañías, pero éstas demostraron que la factura correspondía al gasto que habían realizado. El motivo: los termostatos. La calefacción estaba todo el día encendida porque la casa nunca alcanzaba una temperatura que, según los vecinos, no ponían por encima de los 20 grados. «Decidir apagar la calefacción, porque no podía pagar esas cantidades, desde entonces mi casa es una nevera», explica Juan. «Es como vivir en el Tercer Mundo», añade.
Han tenido que acercarse unas elecciones para que las pancartas y las denuncias por activa y por pasiva de su situación hayan sido tenidas en cuenta por el sucesor de Gómez, José María Fraile. Tras varios informes técnicos municipales, hace unos meses el Ayuntamiento determinó que en las tres promociones falla el sistema de aislamiento. «Eso ya lo sabíamos nosotros, pero si sirve para que lo arreglen nos vale», explica Juan. El Consistorio parleño no se hace cargo de los problemas y ha reclamado las reformas a la empresa constructora pero aún no se les ha solucionado nada. La empresa Unifo tiene ahora que mejorar los cerramientos e instalar una bomba de calor y otra de frío. «Si han estado tres años sin hacer nada, pueden estar mucho más...», dicen, escépticos, los vecinos.

Cuando los olvidados de Gómez se rebelaron.
Han pasado de alabar las bondades de Tomás Gómez –«gracias a él tuve mi primera casa»– a colgar pancartas contra el candidato del PSM.
Ésta es la historia de los vecinos de la calle Fuenlabrada que resultaron beneficiarios del Plan Municipal de 2005 de Gómez, pero –dicen– «nos dio un piso tercermundista y se desentendió de todos los problemas que nos ha causado».