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El fútbol como herramienta para la integración

La Razón
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Tras una larga noche en autobús para trasladarse a la capital camerunesa, los expedicionarios de Madrid Rumbo al Sur (MRS), viaje solidario y de voluntariado de la Comunidad de Madrid, se instalaron en la Escuela salesiana deportiva de Don Bosco, un proyecto gestionado por los misioneros salesianos y apoyado por la Fundación Real Madrid. Esta iniciativa utiliza el deporte como herramienta para la integración de los más jóvenes en Camerún.

España y Camerún comparten una misma pasión: el fútbol. La selección camerunesa es una de las mejores del continente y tiene como uno de sus referentes al futbolista Samuel Eto'o. Sobre las paredes de la escuela deportiva Don Bosco aún se puede ver escrito su nombre, como uno de los modelos a seguir por los jóvenes. Instalada en el barrio de Minbomam (Yaoundé), esta escuela forma parte de un proyecto de los misioneros salesianos y en el que colabora la Fundación Real Madrid. Su objetivo es integrar y formar a chicos con problemas en su núcleo familiar y en la calle para que tengan acceso a la educación mediante el deporte. "Creamos escuelas sociales donde los chicos pueden aprender de una manera seria y profesional a jugar al fútbol, pero tienen que estar matriculados", explica el padre salesiano Natalino. De esta forma, se pretende fomentar la escolaridad entre los más jóvenes para que tengan un futuro, mediante su seguimiento en el colegio. El curso comenzará en septiembre y los 100 expedicionarios de MRS han entregado las equipaciones que la Fundación Real Madrid envió a la Escuela Sociodeportiva.

La ONG Zerca y Lejos visitó también las instalaciones deportivas junto con un grupo de la etnia pigmeos baka, una comunidad situada a 30 kilómetros de Minbomam. Esta ONG lleva trabajando 11 años en el Sur de Camerún con las comunidades mas desfavorecidas y vulnerables (discapacitados, niños abandonados, huérfanos, entre otros). "La mortalidad infantil supera el 50 por ciento", preciso María Rebollo, presidenta de Zerca y Lejos. Es el caso de los pigmeos baka, una etnia ancestral que genéticamente es de menor estatura y por ello, durante años han sido aislados sin acceso a la educación ni a la sanidad. Comenzaron siendo una población nómada pero las condiciones de su entorno se deterioraron y tuvieron que sedentarizarse. Otra de las etnias de África, los bantúes, aprovechaban su inferioridad física para esclavizarles. El jefe pigmeo de la etnia en Ndibot, Bianke Samuel, reconoció la necesidad de que los niños de su pueblo vayan a la escuela.

El proyecto cuenta con 200 voluntarios al año repartidos en dos hogares infantiles y 22 escuelas campamentos. "Tratamos de integrar a estos chicos que no tienen acceso ni a la educación ni a la sanidad para mejorar su calidad de vida", explica Rebollo, "son ellos los que nos piden que les ayudemos y curiosamente los pigmeos baka suelen ser los primeros de la clase", concluye. Del mismo modo, el director de cooperación de la Comunidad de Madrid Javier Goizueta, también destacó que "las personas con vulnerabilidad son nuestra prioridad".

Al anochecer, el embajador de España en Camerún, Marcelino Cabanas, recibió en su residencia al equipo de Madrid Rumbo al Sur. "Quiero agradecer a toda la delegación y a los jóvenes españoles la labor que están desarrollando", explicó. "Seguro que esta expedición culminará con éxito, porque cualquier proyecto de cooperación que refuerce las relaciones entre estos dos países será siempre bienvenido", concluyó.