«Busco empleo y todos me piden el título»

«Dejé los estudios por tonta, y por influencia de mis amigos, porque si ellos deciden saltarse las clases, al final acabas haciendo lo mismo. Es cierto que mis padres y otras personas me insistían para que me esforzara más, pero ya no me motivaba ir a clase, había repetido 3º de la ESO y los compañeros eran más pequeños, los profesores no se entregaban y, al final, yo me aburría. Un día, a mitad de curso decidí que no volvía más a clase... Y ahora me arrepiento». Han pasado dos años desde que Rocío, asturiana y a punto de cumplir los 19 años, se vio en esta situación. El año pasado decidió volver al «redil» educativo con intención de reengancharse al sistema en un centro de educación de adultos, pero su experiencia fue aún peor. «Era todavía más aburrido, los contenidos más flojos, y yo me quedaba con ganas de aprender. Además, en los centros de adultos suprimen asignaturas que a mí me gustaban, como Música, Tecnología o Educación Física. Esta vez aguanté hasta final de curso, pero no logré aprobar todo». Rocío vive ahora en Palma y está dispuesta a inscribirse en otro centro de adultos para obtener el título de la ESO. «Es importante acabarlo para tener la cabeza amueblada, saber cosas esenciales y poder estar en condiciones de seguir una conversación. Ahora busco trabajo y en todos los sitios me piden el título. Me gustaría conseguirlo y después hacer algún módulo de FP de secretariado o algo que tenga que ver con "papeles"».