La Junta Superior rechaza la dimisión y cierra filas con Adolfo Arenas

SEVILLA- La Junta Superior del Consejo de Hermandades y Cofradías ha cerrado filas con el actual presidente, Adolfo Arenas, tras presentar éste su carta de dimisión ante sus principales colaboradores y la autoridad eclesiástica. De esta manera, los principales responsables de la corporación de las cofradías apoyan la gestión del ex hermano mayor de la Hiniesta al frente del proceso de elección del pregonero de la próxima Semana Santa. El pasado fin de semana, los hechos se sucedieron de manera muy rápida y terminaron con la designación de Francisco Javier Segura para protagonizar el Domingo de Pasión y con Arenas ante un nuevo episodio de irresponsabilidad por parte de algunos delegados de Penitencia. Se repetía así lo que sucedió durante los últimos cuatro años del anterior mandato, un tiempo en el que se ha tratado de trabar la gestión de la Junta Superior desde que perdió las elecciones Joaquín de la Peña.

Fuentes cercanas al presidente del Consejo confirman a este periódico que la Junta Superior ha rechazado su dimisión y que apuestan por la continuidad de un proyecto renovado el pasado mes de junio por una amplia mayoría de hermanos mayores tanto de penitencia como de gloria. La nueva legislatura de Arenas tiene diversos frentes abiertos sobre la mesa entre los que destacan la reforma de los estatutos y continuar con la tarea de dignificar la situación de la sección de gloria. Ámbito éste que hasta hace unos años estuvo olvidado y que con la llegada de Arenas no sólo mejoró, sino que sirvió de «enfado» de los sectores más inmovilistas presentes en el organigrama de la calle San Gregorio. En cuanto a la remodelación de las normas internas, está previsto que dentro de veinte días se lleve a cabo su aprobación definitiva después de varios años de trabajo en los que han participado diversos juristas de reconocido prestigio del mundo de las cofradías. Además, tienen por delante la organización del Via Cucis que se deberá celebrar en Cuaresma, a petición del arzobispo, para celebrar el Año de la Fe.

Ahora la pelota está en el tejado del Palacio Arzobispal, ya que Arenas le ha presentado la carta de renuncia a Asenjo y el prelado debe decidir si se la acepta o no. Se trata de la primera crisis de este calado en el Consejo en medio siglo de historia. En el caso de que las intenciones de Arenas continuaran, su puesto sería ocupado por el vicepresidente, Carlos Bourrelier, quien tendría que hacerse con las riendas de un Consejo hasta alcanzar una nueva solución a la actual. De momento, no se sabe a ciencia cierta cuándo responderán desde la plaza Virgen de los Reyes a la carta remitida por el presidente del Consejo.