Historia

Cataluña

Joaquín Bernadó: «El daño ya está hecho»

Joaquín Bernadó es, para muchos, el mejor torero catalán de todos los tiempos. Después de haber toreado en la Monumental de Barcelona 250 veces, ve con tristeza cómo se van a prohibir los toros en su ciudad

Joaquín Bernadó, a punto de cumplir 75 años, observa la vida desde la barrera
Joaquín Bernadó, a punto de cumplir 75 años, observa la vida desde la barreralarazon

Cuando Joaquín Bernadó recibió en 1983 la Medalla de Oro de la Ciudad de Barcelona, el entonces alcalde Pasqual Maragall, que fue quien se la entregó, dijo: «Los que niegan la tradición taurina de Barcelona y Cataluña, desconocen su historia». Han pasado muchos años y ya nada es como antes. En aquel homenaje en la Casa de Madrid también estaba Jordi Pujol, que por entonces era presidente de la Generalitat, y me dijo «mira, Joaquín, yo no soy aficionado, pero mi padre era un partidario acérrimo de Domingo Ortega. Pujol es catalán y su padre, más catalán todavía, y Domingo Ortega fue un ídolo en Barcelona antes de la guerra. Y en cambio, todo eso es incomprensible ahora».Joaquín Bernardó nunca pensó que iba a vivir lo que está viviendo. Después de 30 años dentro de un traje de luces, el torero catalán más importante de toda la historia, a sus 75 años, no tiene reparos en hablar de la Fiesta sin tapujos. «Habrá mucha gente que no lo entenderá, sobre todo los antitaurinos, pero desde luego no hay placer más grande en el mundo que torear un toro a gusto de uno», afirma muy seguro. Refugiado en la Escula Taurina de Madrid «Marcial Lalanda», de donde es profesor hace 26 años, mantiene su pasión rodeado de chavales de todas las nacionalidades que se afanan por no defraudar al maestro. «Me han enseñado a tener ilusión. Hay días que uno piensa que el tiempo pasa, pero llego aquí y les pregunto ¿qué tal ha ido? Me pongo a hablar y se me pasa el tiempo».Cuando le preguntas sobre la ley que quiere prohibir los toros en Cataluña, no duda. «Yo creo que es una cuestión política y que tiene muy difícil solución, porque los políticos no se mojan. El mundo del toro está unido, pero hace falta que los políticos, el presidente del Gobierno, los presidentes de las comunidades... hagan algo. Esperanza Aguirre sí nos ayuda y apoya, es la única». En cuanto a los culpables directos de que la Fiesta esté en peligro, aclara que «el presidente de un país no gobierna para un sector sólo, tiene que gobernar para todo el mundo. Los medios económicos que proporciona la Fiesta de los toros en Barcelona mueve miles de euros, en hoteles y servicios... Recuerdo que en verano había plazas de toros en la Costa Brava, que con el turismo funcionaban a tope; eso lo han matado. Han quitado todas las plazas. Porque plazas como la de Figueras o Gerona eran centenarias y estaban hechas en una época en la que en Cataluña sólo había catalanes. Y ahora, aunque autorizaran a seguir con los toros en Barcelona, el daño ya lo han hecho», asegura Bernardó. Tiene muy claro que un matador nace y se hace, pero explica que el torero «es una raza distinta a todas, sea del país que sea. Viven de otra forma, su mentalidad su forma de pensar, de caminar, de razonar, de ver la vida, es de otra manera. Y aunque prohíban la Fiesta en Cataluña, seguirá habiendo toros y habrá algún presidente que venga después, que tenga los cojones de volver a poner la fiesta de los toros en el sitio que se merece». ¿Cuál es el último toro de este maestro que lo ha hecho todo en la Fiesta? «Me gustaría reparecer», dice con sorna.