Policía

Una «oficina de cobros» para el crimen

Enemigos no le faltaban a Leónidas Vargas. Son 7 los imputados por su muerte y ahora, una de las testigos protegidas explicó que el crimen fue ejecutado por una «oficina de cobros» de Madrid. La mujer ha señalado que Wilson S., alias «El Cura», le había comentado antes del asesinato del capo colombiano que era conocedor de los planes para acabar con su vida

Dos de los siete imputados por el asesinato de Leónidas Vargas, ayer, cuando entraban en la Audiencia Provincial de Madrid
Dos de los siete imputados por el asesinato de Leónidas Vargas, ayer, cuando entraban en la Audiencia Provincial de Madridlarazon

De la misma forma, la testigo añadió que El Cura sabía que los presuntos autores intelectuales del crimen querían contratar una de estas «oficinas de cobros» criminales de Madrid, pero que rechazaron el encargo y «se lo pasaron» a otra de estas «pequeñas empresas» que podían con ello obtener el prestigio que aún no tenía. Todos los testigos han corroborado la existencia de hasta siete personas que querían eliminar a Leónidas. Prueba de ello son los dos secuestros anteriores que sufrió el narco y la muerte violenta de dos hijos suyos. Aun así, únicamente Juan Carlos R, alias «Garrido», manifestó a un testigo sus intenciones de matarle por haberle involucrado en un delito en España y porque le debía dinero.

El citado Wilson también pudo ser quien facilitó la ubicación de la habitación en el hospital Doce de Octubre, según el testigo. Pero la segunda parte de la vista se ha centrado en otro nombre: el principal acusado, Andrei A.C. Este individuo presuntamente se deshizo del arma homicida tirándola al río Guadarrama. Por ello, se interrogó a Alexandre DB, que afirmó llevar a Andrei en el coche de su novia junto a ésta en una ocasión a un río, a petición suya. Sin embargo, desconocía el motivo de esa visita ni si la bolsa de papel que llevaba Andrei contenía una pistola.

«Nunca he visto una pistola. Nadie me dijo que en la bolsa había un arma», aseguró. Lo que sí vio en el interior de la bolsa fue una pieza metálica de color morado, pero no ofreció más detalles al respecto.

En la misma línea, su novia, que también fue interrogada por el tribunal, negó haber visto ninguna pistola en la bolsa y que no recuerda haber declarado ante la Policía que su pareja y Andrei hubieran hablado de una pistola. Asimismo, indicó no saber a qué iba ese día a un río el procesado. «Te lo imaginas, pero tampoco preguntas», reiteró la mujer.

Todos los acusados –cinco colombianos, un rumano y un venezolano– se enfrentan a penas que van de 5 a 28 años por acribillar a disparos a Leónidas Vargas en el hospital madrileño Doce de Octubre durante la noche del 8 de enero de 2009.