Festival de Málaga

«Carmina o revienta»: Madre no hay más que una

Director: Paco León. Intérpretes: Carmina Barrios, María León, Paco Casaus, Ana MªGarcía. España, 2012. Duración: 75 minutos. Falso documental.

La Razón
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Cuando Luc Moullet respondió a la política de los autores cahieristas con una «política de los actores», que tomaba la gestualidad del cuerpo y la expresividad del rostro de John Wayne, Gary Cooper o James Stewart como los verdaderos motores de combustión de una película, quizá estuviera pensando, visionario, en Carmina, la madre de Paco y María León. Esta Mae West caída de una galaxia no tan lejana es carne, hueso y corazón de un filme que la adora sin condiciones, rindiéndose a su verbo fácil y su mímica sin colorantes.

«Carmina o revienta» es como uno de los «screen test» de Andy Warhol: la cámara desnuda la pose, y en el modo en que Carmina enciende un cigarro con un mechero de cocina o devora un yogur sin cuchara, existe una verdad, una historia, una auténtica manera de relacionarse con el mundo que rompe los esquemas binarios actor/personaje y personaje /persona. Es la existencia de Carmina, sentada ante una mesa de formica, esperando una llamada que demostrará lo lejos que está dispuesta a llegar para salvar de la ruina a su desastrosa familia, la prueba de fuego del experimento de León, que consiste en desmantelar el divorcio entre el documental y la ficción de manera que todo lo que ocurre en la pantalla es real e inventado a la vez. «La vida es tan bonita que parece de verdad», dice el marido de Carmina en la película. León plantea entonces cuál es la esencia del cine: de tan real la vida se convierte en otra cosa, en una mentira que no tiene nada de piadosa.