Cataluña

Rubalcaba cede al PSC y asume la vía federal

El líder del PSOE abre la puerta a una reforma constitucional aunque la condiciona al consenso

El secretario general del PSOE, ayer, durante una entrevista radiofónica
El secretario general del PSOE, ayer, durante una entrevista radiofónicalarazon

MADRID- Lo proclamó el primer secretario del PSC en el último Comité Federal del PSOE: «España será federal o no será». El socialismo catalán pretendía en aquel cónclave –dos días antes de la Diada– advertir de la deriva soberanista de Cataluña y de la senda por la que iba a transitar CiU. Pasó el 11-S, pasó la fiesta de la rosa en Gavà, en la que el secretario general del PSOE evitó hablar de federalismo ante sus compañeros catalanes, le llovieron las críticas a Alfredo Pérez Rubalcaba y explotó un intenso debate sobre si había que dar oxígeno o no al PSC ante el nuevo mapa político que se empezaba a dibujar en Cataluña. Así que, en declaraciones al programa «Hoy por Hoy» de la Cadena Ser, Rubalcaba se descolgó ayer con unas declaraciones que sorprendieron a propios y extraños. Motivo: su apuesta por reformar la Constitución para transitar por la vía federal.

Sus palabras tronaron no sólo en la sede del PP, sino también entre algunos socialistas que hicieron ver a su secretario general durante la reunión de la Ejecutiva Federal que se celebró dos horas más tarde en Ferraz que el PSOE no debía confundir coyuntura con estructura y que aún siendo motivo de preocupación la crecida del movimiento separatista y el aislamiento del PSC en Cataluña, el socialialismo no podía instalarse en el regate corto y el tacticismo.
Rubalcaba explicó el detalle de sus palabras y reprodujo la literalidad: «Alemania es un Estado federal, donde el Senado juega un papel distinto, que es aglutinar la expresión de las CC AA. A mí me gusta este sistema», afirmó antes de abogar por un modelo que «avance sobre el Estado autonómico en dirección federal». Y luego, añadió: «Deberíamos ver si eso encaja en la Constitución. Si no encaja, habrá que cambiarla porque no es inmutable.

Lo que debe ser inmutable es el consenso constitucional. La clave es que nos pongamos de acuerdo». En realidad lo que venía a decir Rubalcaba era que sin el consenso de 1978, no había nada que hacer. Es más, su propuesta de hacer del Senado una Cámara de primera lectura para los temas autonómicos ya estaba en su programa electoral y cualquier reforma de la Cámara Alta exige una reforma de la Carta Magna. Hasta aquí todos de acuerdo. Donde hubo debate, y muy intenso, según fuentes de la dirección socialista, fue en si debe el PSOE abrazar –como hizo ayer Rubalcaba– la causa federal para sacar del ostracismo a un PSC claramente aislado en Cataluña y abrir de sopetón el melón de la reforma constitucional. «No puede ser que llevemos 30 años diciendo que la Carta Magna es lo mejor que nos ha pasado, entre otras cosas porque la hicimos nosotros, ahora decir que no es inamovible y dejar que el PP se apropie de ella», se lamentan quienes creen que el PSOE no puede improvisar ni caer en contradicciones. «Las claves electorales y orgánicas no pueden llevarnos a perder nuestro norte», avisan.

El debate interno que suscitaron las palabras del líder del PSOE obligaron a su número dos, Elena Valenciano, a matizar después en rueda de prensa que la propuesta de Rubalcaba de reformar la Carta Magna no era un punto de partida, sino de llegada y que lo expresado por Rubalcaba era una posición intermedia entre el secesionismo de CiU y el recentralismo del PP.