Griñán satisfecho con una derrota mejor de lo que «daban» las encuestas

SEVILLA- A las pocas horas de perder unas elecciones, las encuestas que en campaña sólo eran eso, sondeos a los que se les podía dar la vuelta, se pueden convertir en la justificación perfecta de la derrota. Así lo demostró ayer el secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, quien, tras reconocer que los andaluces han contribuido a «decidir que el PP gobierne en España», argumentó: «Es verdad que en Andalucía hemos perdido muchos votos, pero ninguna de las previsiones que había leído antes de las elecciones nos daba menos de 10 puntos de diferencia con el PP –lo que se traduciría en mayoría absoluta–. Han sido 9».

Pese a haber vivido como líder del PSOE-A la segunda derrota consecutiva en unos comicios –el 22 de mayo su partido perdió por 7,2 puntos de diferencia con respecto al PP–, el desánimo parece ajeno al también presidente del Gobierno autonómico.

 De hecho, tras reunirse con la Ejecutiva regional de su formación, destacó datos como que «las tres provincias con más votos socialistas de España son andaluzas» o que la «representación» de los socialistas andaluces en el Grupo Parlamentario del Congreso «era de 21,3% y va a ser del 22,7, casi el 23%» a partir de ahora.

Asido a la premisa de que en Andalucía es, en relación al resto de los territorios de España, donde el PSOE «ha aguantado con diferencia mejor» la avalancha azul, defendió con insistencia que «los resultados –del 20N– son una base sólida para afrontar con éxito las elecciones andaluzas». «Tenemos capacidad, convencimiento, fortaleza, militancia y, sobre todo, proyecto para ganar las elecciones andaluzas y creo, además, que ninguna encuesta nos daba menos de 10 puntos de diferencia», repitió.

La brecha entre PSOE y PP es, a su juicio, «perfectamente asequible». «No es una distancia insuperable –remachó–, sino que se puede superar para ganar».

De cara a lograr ese objetivo, auguró que no habrá tensiones internas entre socialistas o, de producirse, no serán «relevantes». Si bien pidió «cohesión» y «unidad» en sus filas. No quiso avanzar la fecha en la que será designado formalmente candidato a la Presidencia de la Junta, como tampoco ahondó en las causas de la derrota del PSOE-A, más allá de la crisis. De hecho, preguntado por si creía que el desgaste de 30 años en el poder o el «caso ERE», que instruye Mercedes Alaya, protagonista también en campaña, podría haber pasado factura a su partido e influir en las urnas, rehusó hacer comentarios.

De lo que sí se mostró satisfecho es de la «acertada» decisión de haber aplazado hasta «la próxima primavera» los comicios andaluces. Aunque tampoco desveló la fecha en la que las convocará.

Griñán tuvo palabras de elogio para Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien dijo no tener «nada que reprochar». «Y menos en Andalucía –apostilló–, donde creo que ha hecho una campaña extraordinaria». Con todo, tras abogar por que el Congreso Federal del PSOE se celebre en enero o principios de febrero, no dejó claro si lo apoyará si se presenta a la Secretaría General para relevar a Zapatero.

«La pieza clave del próximo congreso y de la recuperación del voto socialista en España está en Andalucía», proclamó y lanzó un aviso a navegantes: «No recomiendo que apuesten por el PP como ganador –de los comicios regionales– porque probablemente va a ganar el PSOE».
Por su parte, Manuel Chaves recurrió también a los sondeos para avisar al PP de que debe estar atento porque las encuestas, que según él daban 14-15 puntos de diferencia para el 20N, «se han equivocado». ¿Su vaticinio? En las autonómicas habrá «pelea».