Almería

Liberan 156 ejemplares de tortuga boba en las playas de Cabo de Gata

La Consejería andaluza de Medio Ambiente ha liberado hoy 156 ejemplares de tortuga boba, especie amenazada, en las playas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (Almería).

Las tortugas liberadas hoy, que forman parte de los 273 ejemplares que se tienen previsto reintroducir en esta zona del litoral almeriense a lo largo del verano, proceden del Centro de Gestión del Medio Marino de Algeciras (Cádiz).

Allí se trasladan las tortugas que nacen, de huevos traídos de Cabo Verde y depositados en los nidos instalados en esas mismas playas, para que puedan alcanzar un tamaño adecuado y endurezcan su caparazón para garantizar una mayor tasa de supervivencia ante sus predadores naturales.

La cría de los ejemplares en el centro algecireño durante su primer año de vida permite a las tortugas superar la fragilidad que presentan recién nacidas, con un peso de solo veinte gramos.

El hábitat de esta especie, catalogada como en peligro de extinción en el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía, se distribuye en aguas tropicales y subtropicales de todos los océanos y durante su vida realiza grandes migraciones en las que recorre de una a otra costa el Atlántico y el Mediterráneo, para retornar cada año a las mismas áreas de alimentación tras las migraciones reproductoras.

El objetivo de la suelta definitiva es que las tortugas vuelvan a este mismo entorno para desovar cuando alcancen la madurez sexual, dentro de quince o veinte años, con lo que se contribuirá a fijar en la costa almeriense una población estable de esta especie amenazada.

Este programa ambiental de la Junta de Andalucía, que ya ha logrado 940 nacimientos, se inició en julio 2004 y en 2006 se realizó la primera campaña de traslado de huevos de tortuga boba procedentes de Cabo Verde.

La consejera provincial de Medio Ambiente, Sonia Rodríguez, ha destacado el gran éxito de la eclosión, de en torno al 88 por ciento, obtenido en los nidos instalados en playas de Cabo de Gata, una cifra muy superior a la estimada en otras poblaciones estudiadas, con valores de entre el 45 y el 70 por ciento.

También se está produciendo una adecuada dispersión de los juveniles liberados, "lo que aventura que la restauración de zonas de anidación de tortuga boba en el litoral mediterráneo andaluz podría ser viable con la metodología planteada".

El estudio de las tortugas marinas es complejo, dado que pasan la mayor parte de su vida en el océano, y aún quedan por revelar múltiples incógnitas sobre su biología y comportamiento, por lo que este proyecto puede aportar datos relevantes no sólo sobre la tortuga boba, sino sobre el resto de tortugas marinas, ha destacado la Consejería en un comunicado.

Todas las tortugas que forman parte del proyecto son liberadas con un chip subcutáneo que permitirá su identificación, y en algunos casos con un dispositivo de seguimiento mediante ultrasonido que hace posible la monitorización de su evolución en sus primeros momentos en el agua.

Gracias a este seguimiento, se ha podido corroborar que las tortugas bobas alcanzan mar abierto con mucha rapidez.