De obligada lectura

No es un viaje equivocado –pese al título–, sino un acertadísimo trayecto a través de 11 relatos, concatenados, como vagones de tren. Son compartimentos estanco que se pueden disfrutar con autonomía pero leídos en su conjunto y por el orden establecido por la autora y que conforman una deliciosa locomotora literaria que atraviesa las tundras de la realidad, a veces siniestra, otras perversa y en ocasiones evocadora. Desfilan por este Orient Express emocional seres que dan vueltas en círculos o viajan de piel hacia adentro. Viajes voluntarios o forzados; inmigrantes, prisioneros de campos de concentración, peregrinos de su propia identidad, turistas de lo interior y lo exterior que suelen ser conducidos hacia ningún lugar acertado. El trayecto de este «cuentario» (bellamente contaminado de novela) está cerrado desde el arranque. De ahí que la autora proporcione un mapa narrativo de carreteras, para que nuestra lectura no resulte una ruta sin retorno, como les sucede a sus personajes. «El azar», con el que arranca el libro, podría resultar el eje que reverbera en el resto. «Las dos hermanas» producen desesperanza; «Madison, los puentes de» es una revisitación del libro/filme; «Los agujeros negros» suponen la imposibilidad de recuperar el tiempo perdido, y «Albania» nos guía a través de la pérdida de la identidad. Pero el más conmovedor es «El silencio», que no alude al que Adorno legalizó para la lírica tras Auschwitz, sino al cómplice de los testigos, esa gente cotidiana que aprendió a vivir mirando hacia otra parte. La obra rezuma emoción y excelencia. Los personajes son de verdad y por ello sufren, desean, luchan, perdonan... De ahí que sean relatos de «ideas» que rebosan reflexión ética, estética, política y metafísica y que viajan de lo particular a lo universal. Su lectura hace que un escalofrío, surgido de no se sabe dónde, te recorra la espalda y quede alojado en tu memoria.

Sobre el autor
 Argentina exiliada desde 19 76 en España, es también autora de numerosos ensayos
Ideal para...
esquivar la literatura de mera evasión y mirar hacia delante sin dejar de mirar hacia atrás Puntuación 8