Julio Somoano: «Rubalcaba sabe que no va a ganar»

–En la portada de su libro veo a un Rubalcaba que parece orar. ¿Reza para que le apoye todo el 15-M o para...?
–Reza para mantenerse en el poder. Su baza es ser secretario general del PSOE. No cuenta con ganar. Sabe que no va a ganar.

–Le llama «El monje del poder». ¿Qué tiene de monje?
–Duerme cuatro horas, trabaja mucho, es austero y come poco.

–Dice que se alimenta de política. Eso no está en la dieta Dukan...
–Pues esa dieta le ha hecho sobrevivir tres décadas en el poder.

–Y, además, delgado. No come pescado ni marisco.
–Tiene anisakis. Sus amigos dicen en coña que tiene «anasagasti».

–Presume de saberlo todo de todos. ¿Esa es su fuerza?
–Es su fuerza y la consecuencia de 30 años en el poder.

–¿Qué no sabe y le gustaría saber?
–Cómo controlar el partido si pierde estrepitosamente.

–¿Se llevará un faisán a la tumba, como los monjes egipcios?
–Se llevará un faisán a la tumba, pero el faisán no le llevará a la tumba a él.

–¿Qué nos cuenta su libro que no sepamos?
–Desde los orígenes franquistas de su padre hasta su silencio ante la entrada de Bildu en las instituciones para no enfadar a Zapatero cuando éste iba a nombrar sucesor.

–Comentan que tiene tres cerebros: puede jugar muchas partidas a la vez.
–Felipe González dice sonriendo que su especialidad es crear problemas para luego resolverlos.

–¿Prefiere el poder en la sombra o los focos?
–Los focos. Afirma que ahora es el negro de sí mismo... por primera vez.

–¿Qué no le gustará de su libro?
–El descubrimiento de sus infidelidades a sus creencias. Los hechos que demuestran que su último objetivo es él mismo.

–Es hipocondríaco. ¿A qué le tiene pánico?
–A todas las enfermedades y al tiempo libre.

–Juega al mus...
–Él dice que no juega al mus, que da lecciones de mus.

–¿Sus mayores placeres?
–Fumar habanos y ver ganar al Real Madrid.

–Merengue acérrimo. ¿Cambiaría la Moncloa por ser Cristiano Ronaldo?
–Sí, pero siempre que pudiera pactar con el diablo ser el Cristiano actual de por vida.

–Un monje con cuenta en el Espirito Santo...