David Meca: «Mis anteriores mascotas tenían miedo al agua»

Famoso por sus retos, lleva tiempo intentando dar un giro a su vida para hacerse cargo de la empresa familiar, una constructora, sin dejar de lado la natación. En este deporte lo ha conseguido todo, todo menos que a sus mascotas les guste el agua.
-Le hemos visto hacer travesías casi imposibles. ¿En qué está actualmente?, ¿tiene un próximo reto?
-Estamos negociando un par de nuevos retos, uno es en China y el otro es Cuba- Florida. Aunque si te soy sincero creo que ya hemos realizado muchos. Tengo muchas medallas, 28 campeonatos del mundo y creo que ahora me toca tener una etapa para disfrutar de otro tipo de retos más importantes en mi vida…
-¿Hacia dónde va a encaminar entonces su carrera?
-Voy a coger las riendas de la empresa familiar. También voy a seguir con mis conferencias sobre motivación por España y por el extranjero. También tengo entre manos temas relacionados con la natación pero más vinculados al Comité Olímpico…
-Usted tenía un perro y un gato que murieron, entonces ¿de quién es Niska?
-Es de un vecino, pero pasa más tiempo en nuestra casa que en la de él. Para nosotros es como si fuera de nuestra familia.
-Niska es una perra de gran tamaño, una mascota perfecta para una casa de iguales dimensiones ¿no cree?
-Desde luego, nosotros disponemos de un gran terreno y la perra disfruta mucho en él. Yo creo que eso es lo más bonito, que un animal como Niska no esté encerrado en un piso.
-¿Qué tipo de cosas hace con ella?
-Disfrutamos el uno del otro en el césped de casa. Intentamos correr un montón, jugar… lo que pasa es que es un perro con el pelo muy largo y, claro, después de jugar hay que cepillarla muy bien para ponerla guapa. ¡Pero sin duda merece la pena ese ratito de juegos!
-Antes de que llegara Niska tenía un perro y un gato ¿no?
-Sí, tenía un perro que era un Husky Siberiano y tenía un gato persa. El perro me lo regalaron cuando gané el primer campeonato del mundo en el año 99.
-¿Cuándo se iba de viaje ¿se los llevaba consigo?
-No, no podía. Se quedaban en casa, disfrutando, jugando, corriendo… Además, entre ellos se llevaban fenomenal, no tenían ningún problema al estar juntos.
-Los gatos suelen tener mucho miedo al agua, los perros todo lo contario…
-En este caso los dos tenían miedo al agua. ¡No les gustaba nada! Fíjate el padre nadador, campeón del mundo, y ¡ninguno de los dos se podía acercar al agua! ¡Les daba miedo!
-Entonces, no les ha podido enseñar a nadar….
-Que va… pero eso pasa también en mi familia, mi madre se mete en la ducha y justo. Yo creo que quitándome a mí, el agua no viene en los genes de la familia.
-¿Echaba de menos a sus mascotas cuando estaba fuera? ¿les traía regalitos?
-Síííííí… Cuando estuve en Estados Unidos, sobre todo, ya que allí hay muchísima más tradición y tienen muchas más cosas para las mascotas. Les solía traer juguetes, ropitas…. Aunque sí que es cierto que al Husky nunca llegué a ponerle nada…. Ja, ja, ja.
-¿Quién tiene más manías el perro o el dueño?
-¡Los dueños, sin ninguna duda! Ellos son mucho más tranquilos, si no les gusta una cosa no la hacen y ya está.